Se debe aspirar a que en la constitución de la Ciudad de México se incluyan temas de desarrollo urbano sustentable en los que se establezcan directrices muy claras de hacia dónde tiene que ir esta metrópoli en la materia, consideró el secretario de Obras y Servicios capitalino, Édgar Tungüí Rodríguez.

En entrevista precisó que quizá no todo pueda incluirse en la carta magna, pero sí se deberá trabajar en leyes secundarias; me parece que tenemos una gran oportunidad. Por ejemplo, la Ciudad de México se merece una ley de servicios urbanos en la que se comprometa claramente no sólo al gobierno central, sino también a los delegacionales, sobre cuáles son los mínimos de inversión que se requieren en rubros como alumbrado, bacheo, podas o agua, detalló.

–¿En esta regulación tendría que incluirse la participación de la iniciativa privada (IP)?

–No sé si en las leyes secundarias o tendría que ser alguna específica. Así como existe una ley de asociaciones público-privadas en el ámbito federal, quizá tendríamos que pensar en una para la Ciudad de México. Seguramente contaremos con ella –respondió.

Remarcó que en las leyes secundarias sí hay una gran oportunidad para poder regular estas cuestiones, y estamos muy a tiempo de poderlas incluir.

Tungüí Rodríguez justificó la participación de la IP, ya que, aseguró, esto permite que el gobierno utilice los recursos propios en otras obras.

Édgar Tungüí Rodríguez, titular de la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de MéxicoFoto María Meléndrez

Es muy importante que sigamos invirtiendo en infraestructura y no sólo desde el gobierno; no debemos tenerle miedo a la inversión privada; hay rubros que le podrían interesar (a la IP) y habría que explorar esta posibilidad, dijo.

Agregó que cuando se accede a que la inversión privada intervenga en los segundos pisos, eso permite al gobierno capitalino liberar recursos y destinarlos a obras de transporte, educación, salud o mantenimiento.

En su opinión, se debe priorizar a qué se tiene que dedicar el gobierno para poder dar vida a una ciudad de más de 8 millones de habitantes, más otro tanto que ingresa todos los días del estado de México y otras entidades. Entonces, dar servicio a una gran cantidad de personas no sólo es construir más, sino conservar lo que tenemos.

Advirtió que la apuesta tendrá que ser el transporte público masivo, más líneas del Metro y del Metrobús, trenes de cercanía, para poder realmente aspirar a una modernidad en términos de transporte y movilidad.

Tungüí Rodríguez recordó que hoy día hay construcciones con más de 50 años que se han venido renovando, dando mantenimiento para poder ampliar su capacidad no sólo en cuanto a la cantidad de vehículos, sino de carga, porque los vehículos que transitaban entonces ya no se comparan con los de ahora.