Reflexionar sobre la violencia y la memoria es la finalidad del proyecto escénico El puro lugar, articulado por la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana (Orteuv) y la compañía Teatro Línea de Sombra, encabezadas por Jorge Vargas, cuyo estreno se realizará en Xalapa.

Esa propuesta retoma como contexto histórico tres hechos. “El primero, ocurrido en 1981, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando la Infantería Teatral de la Universidad Veracruzana (UV) fue agredida a golpes en plena representación de Cúcara y Mácara, obra del dramaturgo Óscar Liera”, explica el creador escénico.

Otro hecho sucedió “34 años después, en 2015, en Xalapa, cuando un comando armado, de 10 elementos, irrumpió en un pequeño cuarto de estudiantes para atacar de manera brutal a ocho alumnos de la UV. La causa probable, se presume, fue el activismo social y político de algunos de los agredidos.

El sitio donde se perpetró la golpiza se ubica sobre la calle Herón Pérez, nombre de uno de los obreros asesinados sumariamente por su filiación comunista y por su activa participación en la huelga de la fábrica de textiles de San Bruno, en 1924. Los nombres de la calles aledañas corresponden al resto de los ejecutados en aquel suceso.

Esos tres hechos cometidos en distintos tiempos, apunta Jorge Vargas, nos permiten pensar que la violencia y las formas que adquiere son prácticas rutinarias de los gobiernos represores, vinculadas con los castigos ejemplares, la instalación del miedo y la impunidad asociada a la corrupción de las altas esferas del poder político.

Infierno en una habitación

Con base en las semejanzas de esos terribles acontecimientos, el proyecto El puro lugar busca reflexionar sobre la violencia y lo que se oculta detrás de ésta, así como construir formas artísticas de intervención social y con ello activar la participación ciudadana.

Ante el recrudecimiento de la violencia en el país, continúa el creador escénico, nos preguntamos qué puede hacer el arte para abordar esa realidad. Pensamos entonces en trabajar el tema desde la periferia, es decir, desde las repercusiones que provoca la violencia, las que no se ven, las que no son evidentes, como es la instalación del miedo en la sociedad.

Para Vargas, “la violencia tiene algo de irrepresentable, porque sólo se asemeja a sí misma. Difícilmente los lenguajes artísticos pueden, de manera directa, representarla.

“Sin embargo, frente a ese reto el tema de la violencia lo tocamos de manera tangencial, pensando en que alrededor de esos tres acontecimientos trágicos hay una serie de gestos que tienen la capacidad de plantear interrogantes sobre el hecho mismo.

“Hemos nombrado este proyecto El puro lugar para que el sitio de representación hable por sí mismo. Mide 3.30 por 4 metros y 2.50 metros de altura. Allí, en su momento, fueron ocho los estudiantes agredidos y 10 sus victimarios. Dentro de esa estrecha habitación, durante tres minutos se desató un infierno e inexplicablemente hubo un torbellino de 18 cuerpos.

Queremos hablar de los hechos de 1924 y 1981 y que sucedan en el sitio de lo acontecido en 2015, destaca Vargas. “Decidimos que la idea funcione de manera subcutánea en los cuerpos.

“Lo que se quiere hacer, en ese cuarto –El puro lugar–, es transformar ese espacio marcado por la violencia en uno de producción de vida y para la memoria.”

Recrudecimiento en Veracruz

El proyecto se divide en seis capítulos. Entre ellos hay recorridos por las calles aledañas a la antigua fábrica textilera de San Bruno, durante los cuales se hilvanan historias, personas y sucesos que desembocan en El puro lugar; relatos de ex integrantes de la compañía Infantería Teatral sobre los hechos ocurridos en la UNAM y el planteamiento de ¿cuántos cuerpos pueden realizar, en un espacio mínimo, una coreografía?”

Esa propuesta implicó un año de trabajo. “Cuando iniciamos, la idea era acercarnos sólo a lo ocurrido en 1981, que cumplía 35 años, pero pocos meses después, en 2015, sucede la brutal agresión a los ocho estudiantes, como un cruel azar que nos pone frente a dos momentos con más semejanzas que diferencias.

Eso es sintomático de un estado de cosas que se viven, no sólo en Veracruz, sino en el país, pero que en ese estado se ha recrudecido. Intentamos reflexionar sobre esos hechos, que instalan el miedo y el aislamiento entre las personas, perdiendo de alguna manera el espacio público. Por ello, exhortamos a los espectadores a que salgan de sus casas para acudir a un llamado artístico, como un acto de resistencia y de vida frente a las inercias que provoca la violencia.

La convocatoria para participar en esa propuesta escénica está abierta a todos los interesados en asistir, para formar parte de una comunidad temporal de ciudadanos que colaboren asistiendo a ese espacio marcado por la violencia. La información está disponible en la cuenta de Facebook de Teatro Línea de Sombra y en el correo electrónico [email protected].

El proyecto se realizará durante una semana, cada mes, con 10 funciones que en total agruparán cien espectadores, es decir, 10 personas por función, del 26 de abril al 11 de septiembre.