Aumentar control y seguridad, la meta
Lunes 18 de abril de 2016, p. 18
La iniciativa de reforma para que la Secretaría de Marina sea la única autoridad que controle los 117 puertos nacionales tiene el propósito de terminar con los vacíos legales existentes, evitar confusiones, corregir la falta de control y aplicación de las leyes, así como fortalecer la seguridad de las instalaciones portuarias.
De acuerdo con cifras oficiales, el sector naval enfrenta graves problemas estructurales que impiden que los puertos mexicanos sean competitivos y seguros.
Entre las cifras que reflejan la situación de la industria naviera y de los puertos –actualmente bajo jurisdicción de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)– destacan:
Anualmente, las empresas mexicanas (gubernamentales y privadas) pagan entre 15 mil y 20 mil millones de dólares a compañías extranjeras por el servicio de fletes en barcos; el Convenio de Viña del Mar firmado por México en materia de protección y seguridad portuaria, vida en la mar y recursos marítimos establece que 20 por ciento de los barcos con bandera extranjera que atraquen en puertos nacionales sean revisados, supervisados o inspeccionados, sin embargo, en el país sólo 2.5 por ciento de los navíos foráneos son revisados, y hasta la fecha ninguno ha sido sancionado.
De acuerdo con la información obtenida, la propuesta enviada en marzo pasado por el Ejecutivo federal al Senado prevé modificaciones a las leyes Orgánica de la Administración Pública Federal, de Navegación y Comercio Marítimo, y la de Puertos, para concentrar en la Secretaría de Marina el control y autoridad en los puertos y que las capitanías de las terminales –actualmente bajo jurisdicción de la SCT.
Entre los argumentos esgrimidos por las autoridades a los senadores para impulsar dicha iniciativa está que los actuales capitanes de puertos carecen del material humano y logístico para cumplir con sus responsabilidades, además se tiene conocimiento de que han sido amenazados por la delincuencia organizada para permitir el tráfico ilícito de mercancías y personas, asimismo que cada vez son más constantes las desapariciones de pescadores (por la falta de control de la navegación), robos a turistas y otros hechos delictivos.
Además de que un diagnóstico elaborado por el Ejecutivo federal señala que el mayor problema que enfrentan los puertos mexicanos lo constituye la falta de control y la inseguridad.
Por otra parte, aun y cuando la Ley Federal del Trabajo señala que cuando menos 90 por ciento de los empleados de las compañías establecidas en el territorio nacional deben ser mexicanos; la carencia de inspectores laborales se ha traducido en que las embarcaciones extranjeras tienen tripulaciones en las que 70 por ciento no son nacidos en el país.
La marina mercante nacional, por su parte, cuenta únicamente con no más de cuatro barcos cementeros y 12 buques tanque propiedad de Pemex Refinación, flota que está en el límite de su vida útil y que apenas comenzó un proceso de adquisición de naves en el extranjero.