La dirigencia del PAN lamentó ayer que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos diera por terminado el mandato del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), por falta de condiciones para seguir investigando la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, luego de que el gobierno mexicano se negó a ampliar la estancia de los especialistas en el país.

Santiago Creel, ex secretario de Gobernación, calificó lo acontecido con esta agrupación, como un retroceso en materia de derechos humanos, al recordar que la administración peñista no sólo se negó a extender el mandato del GIEI, sino también ha rechazado la visita de relatores de Naciones Unidas.

Las autoridades actúan como si México no hubiese suscritos tratados de protección a los derechos humanos, especialmente el de San José, añadió el actual coordinador de la Comisión Estratégica de Elecciones, quien consideró que muy probablemente violaron tratados internacionales, lo cual es sumamente grave.

Por su lado, el coordinador de los diputados federales, Marko Cortés, resaltó que el gobierno evito ampliar la estancia de los expertos porque le incomodaban. De hecho le molesta todo aquello que no coincide con sus dichos e investigaciones, subrayó.

Recordó que los especialistas echaron abajo la famosa verdad histórica del entonces procurador Jesús Murillo Karam, según la cual los 43 estudiantes fueron asesinados por el crimen organizado y sus cuerpos incinerados en el basurero de Cocula.

Lo importante es conocer qué fue exactamente lo que paso con los normalistas, pues hasta ahora no se sabe, abundó entrevistado al iniciar la primera sesión del año del Consejo Nacional del PAN.

Por lo demás, Cortés Mendoza calificó como penosos que hasta Alemania ofrezca apoyo para esclarecer el caso. Pareciera que México queda muy debilitado en la opinión internacional, pues no puede encontrar la solución en un asunto de derechos humanos tan relevante como este.