El papa Francisco aceptó la renuncia de su embajador en Estados Unidos, Carlos Maria Vigano, que en enero pasado cumplió 75 años, edad obligatoria de retiro para los prelados. En su lugar designó al francés Christophe Pierre, quien desde 2007 se desempeñó como nuncio apostólico en México.

Pierre, de 70 años, tuvo nombramientos en diversas representaciones pontificias del mundo, como Nueva Zelanda e Islas del Pacífico Sur (1977-1981), Mozambique (1981), Zimbabue (1982-1986), Cuba (1986-1989) y Brasil (1989-1991), y formó parte de la misión permanente del Vaticano ante la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza (1991-1995).

Además, estuvo al frente de la planeación de las visitas de los papas Benedicto XVI y Francisco a México, en 2012 y febrero pasado, respectivamente.

El clérigo francés es uno de los más destacados diplomáticos al servicio del Vaticano. Nacido el 30 de enero de 1946 en Rennes, Francia, tendrá entre sus principales tareas no sólo renovar el episcopado estadounidense, sino tender puentes en la relación de ese país con Cuba, tema en el que el papa Francisco ha expresado especial interés. Hay que recordar que Christophe Pierre ya fue nuncio apostólico en La Habana.

Elio Masferrer, experto en asuntos religiosos, señaló a La Jornada que esta designación es un ascenso para el diplomático, quien, a pesar de que originalmente no apoyaba a Jorge Mario Bergoglio para dirigir el Vaticano, sino al arzobispo de Milán, Angelo Scola, quien se perfilaba como gran favorito, supo alinearse con el nuevo pontífice.

En entrevista, citó el respaldo que dio a los migrantes cuando debió oficiar una misa para este sector, y una más cuando realizó una ceremonia religiosa (a finales de diciembre de 2014) en la normal rural de Ayotzinapa, en memoria de los 43 estudiantes desaparecidos.

Masferrer señaló que lo más probable es que Pierre haya sido el canal principal por medio del cual el papa Francisco tuvo información puntual sobre la situación de México antes de venir al país, en febrero pasado.