uando nos referimos a la importancia de las abejas en la alimentación, solemos pensar en la miel, o quizá incluso en los beneficios del polen, la jalea real y el propóleo. Sin embargo, va mucho más allá. Es necesario saber que tres de cada cuatro plantas comestibles requieren de la presencia de estos insectos para lograr la debida polinización y su eventual desarrollo, en especial los frutales y las verduras. La conciencia del hombre acerca de los beneficios de las abejas, se encuentra en testimonios muy antiguos. En África hay pinturas rupestres milenarias de la época en que se iniciaba la agricultura, que así lo muestran.

Hoy algunos autores como Mauricio Quesada Avendaño, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y su grupo de trabajo, consideran que el valor de la polinización es de 2.9 billones de pesos, equivalentes a 10 por ciento de la producción agrícola mundial. Ellos mismos reportan que en México la polinización contribuye con 43 mil millones de pesos, que representan una quinta parte del valor total económico de las especies comestibles realmente aprovechadas.

En el artículo La desaparición de las abejas en el mundo: polinización, ecología, economía y política, que aparece en el número 118-119 de la revista Ciencias (UNAM, noviembre 2015-abril 2016), Elisa T. Hernández y Carlos A. López Morales mencionan que el tema adquiere relevancia, porque las poblaciones de abejas están disminuyendo en el mundo de manera alarmante. Citan que ya en 2006, la revista Scientific American reportaba “miles de colmenas deshabitadas en Estados Unidos, Brasil, Canadá, España, Inglaterra y Francia…”

La desaparición de las abejas está asociada con la presencia de diversos agrotóxicos, especialmente el herbicida llamado glifosato, round up o faena. Al parecer, escriben los mencionados autores, cuando las abejas pecorean en cultivos en los que hay presencia de glifosato, se reduce su sentido del olfato respecto de la sacarosa y hay una disminución de su aprendizaje y de la memoria de corto plazo. Además, las abejas recolectoras realizan una serie de movimientos para transmitir información al resto de la colmena; los agroquímicos pueden alterarlos.

En México la Conabio (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad) reporta que 80 por ciento de las casi 320 especies de plantas que tienen alguna utilidad económica dependen de un polinizador para su producción. Sin embargo, como veremos en otra ocasión, aquí también las abejas están amenazadas.

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