Grandes desarrollos inmobiliarios no sólo se han edificado en varias colonias de la delegación Azcapotzalco violando las normas en materia de desarrollo urbano, sino que hay casos en que se han aprovechado de beneficios fiscales para obtener enormes ganancias en perjuicio de las arcas locales y de la población, por lo que ayer mismo dieron vista a la Contraloría General de esta ciudad para que investigue y aplique las sanciones que correspondan.

Así lo denunciaron el titular de esa demarcación, Pablo Moctezuma Barragán, y el director general de Obras y Desarrollo Urbano, Eduardo Esquivel, quienes resaltaron que se revisaron 97 expedientes de obras realizadas en los pasados seis años en Azcapotzalco, la mayoría de las cuales evidenciaron anomalías en su documentación, aunque detallaron que en 16 se concentraron las principales irregularidades.

Detallaron el caso de la Inmobiliaria Reside, la cual construye el proyecto Parque Jardín, en avenida Jardín 330, y que bajo el argumento de estar creando empleo y generar inversión logró un acuerdo con la Secretaría de Finanzas para que le condonara cerca de 60 millones de pesos.

De los 67... 68 millones de pesos que indica el Código Fiscal de esta ciudad que debieron pagarse por los derechos de construcción en un terreno de 191 mil metros cuadrados, únicamente pagaron 10 por ciento, es decir, 6 millones 700 mil pesos, que equivalen a lo que se aporta por una obra en un terreno de 26 mil metros cuadrados, afirmó Eduardo Esquivel, quien ante ello dijo: Pedimos que la Contraloría General revise este y los otros casos, y determine si hay o no responsabilidades o faltas administrativas de personas físicas, morales o funcionarios, pues también se estaría dañanado al erario local.

Moctezuma Barragán agregó que entre los expedientes que ayer mismo entregaron a la Contraloría están los de siete megaproyectos que se construyen en las colonias Ampliación Cosmopolita, Ampliación del Gas y Arenal, y cada uno constituido por 460 y hasta 2 mil 30 viviendas, y que están saturando los servicios y la infraestructura en esa zona, creando también un severo caos en cuanto a la movilidad.

En otros casos, dijo, las manifestaciones de construcción carecen de legalidad; hubo sobreoferta de viviendas; no se han realizado las medidas de mitigación; hay incumplimiento en los costos de las casas; carecen de estudios de impacto ambiental o vial o bien se excedieron de los pisos permitidos de construcción. Detalló desarrollos como los de Grijalva 124, Grijalva 134, Jardín 130, avenida Azcapotzalco 271 y avenida de Las Culturas 33.

Al final, consideró que en esa serie de anomalías de los proyectos inmobiliarios de Azcapotzalco hay responsables, como las anteriores autoridades delegacionales, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, la Secretaría de Medio Ambiente o el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.