ace tres años, Moisés Muñoz se lanzó en una vistosa palomita y anotó uno de los goles más recordados en la historia de las finales del futbol mexicano. El tanto del portero tuvo todos los ingredientes de un guión de película, forzó los tiempos extras y luego unos penales que dieron un título a las Águilas de Miguel Herrera.

Seis torneos cortos después, el guardameta y el técnico viven tiempos de vacas flacas. Muñoz perdió la titularidad, mientras el Piojo fue vapuleado 6-1 por el América de Ignacio Ambriz, uno de los técnicos más cuestionados en el banquillo de los Cremas en años recientes.

Para acallar las críticas que lo califican de gordo, Muñoz compartió en la semana en las redes sociales una foto con el abdomen marcado, pero en la cancha salió lesionado en el partido que jugó con la Sub-20, ya que Hugo González se ha apropiado del arco en el primer equipo.

Por su parte, Herrera tuvo buen recibimiento de los fanáticos amarillos en el estadio Azteca, pero con el silbatazo inicial sus ex pupilos no tuvieron piedad para un contundente 6-1 que pone a las Águilas en zona de liguilla.

Semana redonda para el cuadro de Ambriz, que también avanzó a la final de la Concachampions al imponerse al Santos con grave error de Agustín Marchesín. El portero argentino había salvado a los Guerreros, pero lo más recordado será ese balón que dejó escapar entre las manos en un tiro de Michael Arroyo, el ecuatoriano que ha conseguido goles claves.

América se verá otra vez las caras en una final ante los Tigres, que por su parte vencieron 2-0 a Gallos, con doblete de André-Pierre Gignac, quien no estuvo en el duelo previo en que Águilas y felinos disputaron un título. Y precisamente el francés podría marcar la diferencia en la búsqueda del pase al Mundial de Clubes.

Después de cinco fechas sin triunfos, los Tigres salieron de zona de clasificación y el cierre de torneo se les empalmará con los duelos ante el América. El plantel de la Universidad Autónoma de Nuevo León es tal vez el más completo y costoso de la liga, pero Ricardo Tuca Ferretti lo conduce con freno de mano.

En tan sólo una semana, el Cruz Azul volvió a revivir sus fantasmas. Parecía que finalmente los Cementeros habían atinado en la elección del técnico con Tomás Boy, quien presumía una escuadra sólida en lo futbolístico y lo mental. Sin embargo, sumó dos descalabros que hacen dudar a sus sufridos aficionados, que ya se habían ilusionado y regresaron al estadio Azul.

La Máquina cayó en su casa ante el Necaxa, de la Liga de Ascenso, y luego perdió por goleada ante Dorados, al que ya también se le puede considerar un equipo de esa división.

Sólo es cuestión de tiempo para que el Gran Pez regrese a ese circuito, pero ante los celestes dio muestra de amor propio, algo que parece que le falta al plantel de Boy. El club de Sinaloa podría hacer oficial su descenso en la próxima jornada.

El que se sigue ratificando como favorito al cetro es el Monterrey: con ofensiva implacable le metió seis goles al Jaguares de Ricardo LaVolpe, un estudioso del futbol que no ha podido levantar a un equipo con problemas de pago.

En el balompié femenil terminaron 18 años del maximato de Leonardo Cuéllar. El ex volante de Pumas de la melena del león de la Metro Goldwyn Mayer –como lo nombró Ángel Fernández– acapara opiniones encontradas; hay quienes lo consideran el gran impulsor de este deporte en México, mientras otros dicen que creó un monopolio en el que incluyó a su hijo.

Sin embargo, un cambio ya era necesario y ahora debería complementarse con la fundación de una liga femenil nacional para ya no depender del gran trabajo que realizan las escuelas en Estados Unidos.

Lo destacado de la semana fue también la clasificación de Pumas y Toluca a octavos de la Copa Libertadores. Ambos lo lograron en forma contundente, pero llega la etapa trascendental en la que el arbitraje sudamericano se inclina en favor de sus escuadras. Contra eso también deberán prepararse si desean destacar en el torneo regional.

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