Jocotitlán, Mex.

Más de mil habitantes de varias comunidades del norte del estado de México se apoderaron ayer de los dos puertos de peaje de la autopista Toluca-Atlacomulco, en protesta porque las autoridades han ignorado su demanda de una carretera libre en perfectas condiciones.

Para los vecinos, esta vialidad forma parte de la carretera Panamericana y, por consiguiente, no debe ser de cuota, según estipulan tratados internacionales.

Comuneros y ejidatarios de Jocotitlán, Ixtlahuaca, Morelos, Almoloya de Juárez y Atlacomulco rechazan la nueva autopista que construye el grupo Ideal, propiedad de Carlos Slim, que desde enero pasado asumió la operación y administración de la antigua vía.

Los pobladores argumentaron que las tierras donde se edificó la autopista Toluca-Atlacomulco fueron donadas por sus abuelos o bisabuelos para conectar Toluca, capital del estado, con la zona norte. Las autoridades les prometieron que la vialidad sería libre, pero se instalaron casetas y desde la década de 1980 se paga peaje.

La mayoría de los ejidatarios y comuneros están exentos de pago por un acuerdo de la década de 1990, pero ahora, indicaron, la autoridad se niega a firmar una minuta en la que se comprometa a respetar el libre tránsito para los vecinos de la región.

Ya nos cansamos de que empresarios saquen provecho de nuestras tierras. A diario obtienen millones de pesos por la gran cantidad de autos que circulan por esta vía, que es la puerta a Michoacán y Jalisco desde el centro del país, reprochó José, habitante de Mavoro, municipio de Jocotitlán.

Agregó: La rentabilidad de la carretera ha sido muy alta y ahora quieren construir una autopista y dejarnos la que hoy opera como libre, pero no lo aceptaremos. Este tramo es el único que se cobra en toda la carretera Panamericana.