abía dicho que no leía el ¡Hola! y se mostró indignado porque la revista del corazón por excelencia en lengua española vende cada semana un millón de ejemplares. Después esa indignación desapareció diciendo que se trata de un fenómeno cultural de nuestro tiempo. Ofrece la vida en rosa. En ella todos son ricos, todos son felices, todos asisten a actividades que producen placer. Hay millones de personas que quieren ese material que les haga soñar. Antes eran las novelas las que lo ofrecían. Y agregó: Qué no daría un autor de novelas por un millón de lectores.

Esa justificación era el preludio de su aparición en la portada de ¡Hola!, acontecimiento que le dio gran satisfacción a Mario Vargas Llosa. Pero de ninguna forma comparada con la mayor que ha tenido en su vida literaria: que su obra aparezca en la legendaria colección de La Pléiade.

El ¡Hola! también le sirvió para promover su nueva novela, Cinco esquinas, con tiraje de 200 mil ejemplares y en la que trata, entre otras cosas, de la corrupción y el amarillismo en el periodismo peruano a fin de denigrar a los opositores al régimen de Alberto Fujimori y su fiel escudero, el siniestro general Vladimiro Montesinos, ambos en prisión por diversos delitos. Y a la par, como una forma de iniciar los festejos sociales, políticos (estos engalanados por dos impresentables: José María Aznar y Álvaro Uribe) y culturales con motivo de sus 80 años. Cabe recordar que, por voluntad del anterior rey de España (cazador de elefantes y osos), Mario ostenta el título de marqués. Esto, según el protocolo, obliga a tratarlo de ilustrísimo.

El cumpleaños fue ocasión para que de nuevo el ¡Hola! le concediera una segunda portada y destacara en nueve páginas su trabajo de escritor y su relación con Isabel Preysler, su actual pareja y con la cual Mario dijo estar más feliz que nunca. Y como en 2012 calificó a la citada revista de ser uno de los productos periodísticos más genuinos de la civilización del espectáculo, no faltan los que se preguntan si Vargas Llosa es ya parte de lo que ayer criticaba.

De lo que no existe duda es que los compradores del ¡Hola! no son los mismos que leen la obra del Nobel. De todas maneras, Alfaguara espera vender los 200 mil ejemplares de la primera edición de Cinco esquinas. Cuenta para ello con el respaldo muy destacado del Grupo Prisa, con gran poder mediático en radio, prensa y televisión de España y América Latina.

Al criticar la nueva faceta color rosa de Vargas Llosa, Peio H. Riaño, columnista del digital Elespañol.es, advierte que ahora la gente quiere leer a Vargas Llosa, pero sólo en el ¡Hola! “El Nobel –agrega– tiene millones de nuevos lectores, pero ninguno compra Cinco esquinas, cuyas ventas no son como esperaba su casa editorial”.