Brasilia.

La presidenta Dilma Rousseff convocó este jueves a un gran pacto para superar la crisis que paraliza a Brasil, al día siguiente de que el relator de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados recomendó la apertura de un procedimiento de impeachment en el Congreso contra la mandataria de izquierda.

Pero el pacto, aclaró, pasa por el respeto a los más de 43 millones de votos que obtuvo en las urnas para su relección en octubre 2014.

Brasil ya superó momentos difíciles haciendo pactos. Pero ningún entendimiento prosperará si no tiene como premisa el respeto a la legalidad y a la democracia. Y lo primero debe ser la defensa de la voluntad popular manifestada por el voto, dijo la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) en un acto en la sede de gobierno.

Rousseff, de 68 años, es acusada en el Congreso de maquillar las cuentas públicas para reducir el impacto de la crisis económica en el año de su relección. Si es destituida, será remplazada por el vicepresidente centrista Michel Temer, hoy convertido en su mayor opositor.

Además, tanto Dilma Rousseff como Temer enfrentan un proceso en la autoridad electoral, por denuncias de que su campaña fue financiada con dinero del megafraude a la estatal Petrobras. Ese proceso podría llevar a la anulación de los comicios de 2014 y a la convocatoria a nuevas elecciones.

El diario Folha de Sao Paulo, que el domingo pasado se pronunció en un editorial por esa alternativa, filtró este miércoles parte del testimonio de Otavio Marques Azevedo, ex director ejecutivo de la constructora Andrade Gutierrez, que confirmaría esas sospechas.

Azevedo habría confesado que millones de dólares donados legalmente a la campaña de Rousseff provenían en realidad de sobornos pagados por la constructora para obtener grandes contratos en la petrolera estatal.

Los abogados del PT negaron estas acusaciones.

Una comisión de la Cámara de Diputados, de 65 miembros, decidirá el próximo lunes si acepta la recomendación de su relator, favorable a su destitución. La cámara baja debería votar luego ese informe (la aprobación requiere mayoría de dos tercios) y el Senado rubricarlo luego por mayoría simple.

En ese caso, Rousseff sería removida del cargo por un máximo de 180 días, hasta que el Senado dé su fallo definitivo.

En otro revés para Rousseff, el Tribunal de Cuentas de la Unión ordenó al gobierno suspender su programa de reforma agraria, al considerar que en vez de ayudar a los pobres fue usado para entregar tierra a miles de políticos y empresarios.

En otro orden, dos miembros del Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra murieron y seis resultaron heridos en un enfrentamiento con la policía en un asentamiento en Quedas do Iguaçu, en el sureño estado de Paraná, informaron fuentes oficiales.