El abrumado Mancera
Suciedad en el ambiente
¿Quién es Sandra Sánchez Ruiz?
INE da aureola a Monreal
las seis de la tarde de ayer, la comisión ambiental de lo que ahora llaman megalópolis
(ente de mayúscula acumulación urbana en el que participa destacadamente la ahora llamada Ciudad de México; todo sea como cambiar denominaciones) anunció que se levantaba la contingencia que hizo aplicar una drástica restricción vehicular por partida doble (lo de la partida no tiene referencia a nada materno), aunque mantuvo ese duplicado Hoy no circula hasta las diez de la noche. Eso sí, el aire seguía sucio
y por doquier era mala la calidad de la materia antaño llamada aire (décadas atrás hubo hasta respetables escritores que hablaban de la región más transparente
).
Entre la grisura de las emisiones tóxicas, con 2 millones de automóviles puestos fuera de combate, fue posible distinguir a un personaje (con asmáticas aspiraciones de futuro) empeñado en expresar condolencias a los abrumados toxinautas. El rostro de Miguel Ángel Mancera mostraba pesar y sus palabras eran graves (que no jugaría con la salud de los capitalinos, aseguró). Incluso propuso la instalación de un semáforo epidemiológico para que los chilangos enfermos de tanta porquería respirable vayan midiéndole el riesgo a sus pulmones o a algunas otras partes del organismo que sufrieran las consecuencias de su exposición al ozono y linduras preapocalípticas similares.
En los alrededores de la megalópolis en crisis, camioneros obstruían el flujo carretero en protesta por las restricciones vehiculares que les impiden llegar a tiempo y con material medianamente aceptable a los mercados que a su vez distribuyen víveres y mercancías a la población sitiada por quién sabe cuántas partículas volátiles venenosas. En la planicie asfaltada, el lago desvirtuado, mostraba el servicio de transporte colectivo su sabida insuficiencia, el peligro de los tumultos, la irracionalidad criminal de su planeación, el ínfimo respeto a la dignidad humana que se propicia con tales servicios
públicos. Uber, la marca que parecía maravilla a varios de sus clientes, disparaba sus tarifas dinámicas hasta niveles indecorosos. Pero la gran ciudad seguía adelante.
El abrumado Mancera (preocupado y en la bruma) sigue sin ofrecer a los habitantes de la monstruosidad conurbada algún indicio de genialidad resolutiva o, cuando menos, de razonable esperanza de que las cosas ambientales pueden mejorar un poco. Todo pareciera encaminarse hacia el aprovechamiento de las circunstancias grisáceas, humeantes, para lanzar nuevos planes recaudatorios, controles de emergencia que signifiquen nuevas erogaciones ciudadanas, rediseño del esquema de verificaciones, engomados y hologramas para mejor gloria de las arcas capitalinas y aledañas.
En el verdor que circunda Los Pinos, aunque en la misma Ciudad Tóxica, otro hombre de poder revisaba las complicaciones de su situación. No las derivadas de Los papeles de Panamá y el contacto Higa, sino las relacionadas con las restricciones de circulante presupuestal, el Hoy no circula de buena parte de las partidas (tampoco maternales) del erario que hasta ahora han sostenido una gobernabilidad contaminada y contaminante pero a fin de cuentas más o menos sostenida. Enrique Peña Nieto se reunió durante cuatro horas con los principales comisionistas, perdón, funcionarios del gabinete federal. Les pidió esfuerzo, austeridad, compromiso con la patria en estos momentos oscuros (y no sólo por las circunstancias ambientales antes descritas).
El pasado jueves 31, La Jornada San Luis ( LJSL) llevó como su encabezado principal de portada una pregunta: ¿Quién es Sandra Sánchez Ruiz?
(https://goo.gl/w0u29k). A partir de ese día, el gobierno del municipio de San Luis Potosí no ha podido responder satisfactoriamente la interrogación que J. Rosario Valles Murillo, el jefe de redacción de LJSL, planteó a partir de una nota exclusiva del reportero Jaime Nava Noriega.
El propio presidente municipal perredista, Ricardo Gallardo Juárez, se quedó pasmado cuando los medios potosinos le pidieron que respondiera a esa pregunta. No atinó ni a precisar si la conocía personalmente o no. Otros funcionarios dieron declaraciones no sólo imprecisas sino mentirosas respecto a la casi fantasmal persona a la cual en tres meses se le facturaron 34 millones de pesos por medicamentos para personal de confianza
(más otros 9 millones de pesos a esa misma Sandra Sánchez Ruiz en el gobierno municipal contiguo, el de Soledad de Graciano Sánchez, bajo mando virtual del propio Gallardo Juárez).
La Jornada San Luis también demostró que la enigmática Sandra no es representante de laboratorios Sanfer, como se había dicho, y que en un domicilio donde supuestamente estaría su empresa privada no había nada más que oficinas del propio gobierno municipal. Luego se ubicó un pequeño local, del tamaño de una tiendita, que serían las oficinas de una farmacia de la mencionada Sandra, a la cual se escogió, sin licitación, para millonarias ventas, porque aceptó dar fiado
. El hijo del actual presidente municipal de SLP es padre de Ricardo Gallardo Cardona (los dos ya fueron presidentes de Soledad de Graciano Sánchez), quien estuvo varios meses preso (luego fue liberado, no por inocencia, sino por vicios procesales) bajo acusación de presuntos delitos relacionados con el crimen organizado y por desvío de recursos públicos en un entramado de medicamentos, clínicas y servicios privados de salud.
El Instituto Nacional Electoral podría haber dado el apoyo definitivo a la candidatura de David Monreal a gobernador de Zacatecas, al suspender su registro por parte de Morena debido a un rigorismo legal que cuando menos en un caso similar, en Durango, con el mismo partido, fue desechado por el tribunal federal electoral. La falta de comprobación de gastos de precampaña es el argumento legalmente correcto, pero políticamente endeble, con el que el INE regala a Monreal, postulado por Monrena, una aureola de mártir. Ya se verá si el TEPJF cancela la sanción, como con Guillermo Fabela en Durango. ¡Hasta mañana!
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