Londres.

Las ejecuciones de condenados a muerte subieron más de 50 por ciento durante 2015 y llegaron, por lo menos, a mil 634 casos, la cifra más alta en un cuarto de siglo, señaló Amnistía Internacional (AI) en un informe divulgado este miércoles aquí.

Solamente tres países: Irán, Pakistán y Arabia Saudita, concentran casi 90 por ciento de las penas capitales aplicadas en el mundo. En Irán fueron ejecutadas 977 personas, en Pakistán 326 y en Arabia 158. En el cuarto lugar en la lista de países que aplican la pena de muerte figura Estados Unidos, con 28. El resto son todas naciones de África, Asia y Medio Oriente. Las estadísticas excluyen a China, país en el cual las cifras sobre la pena de muerte son consideradas secreto de Estado, pero AI estima que las ejecuciones ahí se cuentan por miles cada año.

El incremento de ejecuciones judiciales que hemos observado el último año es profundamente inquietante. La cifra en 2015 es la más elevada en 25 años, dijo Salil Shetty, secretario general de la ONG.

Irán, Pakistán y Arabia Saudita ejecutaron un numero impresionante de condenados a muerte en juicios que frecuentemente eran de una inequidad flagrante. Esta masacre debe detenerse, sostuvo el dirigente de AI.

En el acuerdo con Occidente sobre el tema nuclear, Irán se comprometió a cumplir una serie de puntos, pero los derechos humanos fueron completamente dejados de lado, declaró a Afp James Lynch, director adjunto de AI para Medio Oriente y África del Norte.

En Pakistán la moratoria sobre aplicación de la pena de muerte, que regía desde 2008, fue cancelada tras el ataque talibán contra una escuela de Peshawar en diciembre de 2014.

En cuanto a Arabia Saudita, alrededor de la mitad de las personas ejecutadas desde mediados de los 80 son extranjeros, gran parte trabajadores migrantes que muchas veces no hablan árabe y tienen pocas posibilidad de acceder a un juicio justo.

Además, en 2015 fueron pronunciadas en el mundo al menos mil 998 condenas a muerte, pero esta cifra –reconoce AI– es incompleta debido a las dificultades para contabilizar (además de China) las sentencias en Irán, Pakistán y Arabia Saudita, donde esa pena puede aplicarse tanto en casos de secuestro, homicidio o terrorismo, como de adulterio, insultos al profeta o apostasía.

Por suerte los países en los que se aplica la pena de muerte son minoritarios y están cada vez más aislados, celebró Shetty.

Hoy, 102 países no tienen la pena de muerte en su legislación.