El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público representa 41.8 por ciento del PIB, al incrementarse 7.5 por ciento entre 2009 y 2014, y está cercano a los límites prudenciales de las mejores prácticas financieras, explicó ayer la Auditoría Superior de la Federación.

En la revisión conjunta del informe de la cuenta pública 2014 con la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, el titular de la ASF, Juan Manuel Portal Martínez, explicó que cuatro factores han incidido en el incremento de la deuda y que la sostenibilidad está además en la estructura de los plazos de vencimientos, las monedas involucradas y el perfil de los acreedores.

Portal Martínez dijo que cuando se pregunta a la auditoría si existe un problema de sostenibilidad previsible de la deuda, la respuesta es que no se puede explicar con una sola variable o indicador.

De tal manera, desglosó que la variación de las obligaciones se explica por cuatro factores: los efectos del déficit presupuestario acumulado por la inversión de Petróleos Mexicanos, que creció 15.7 por ciento del PIB en ese periodo; los costos de la aplicación de la nueva Ley del Issste, que representó 2.4 por ciento del PIB.

También, por el reconocimiento de los pasivos de los Proyectos de impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas), equivalente a 8 por ciento del PIB; y por la depreciación del tipo de cambio peso-dólar de 10 por ciento, que elevó el costo en pesos de la deuda de 1.6 por ciento del PIB.

Al respecto, el director general de análisis e investigación económica de la ASF, Ricardo Miranda Burgos, resaltó que la deuda se acerca a los límites prudenciales, aunque consideró hay señales positivas muy importantes, como la disminución del déficit, tendencia decreciente que presionará a la baja el nivel de endeudamiento.

Sin embargo, dijo que para lograrlo, por ejemplo, primero debe compensarse la caída de los ingresos petroleros y de la plataforma de producción.

Porque, dijo, entre los riesgos no concretos para el control de la deuda se incluye el precio del barril de petróleo y la cifra de producción, así como la volatilidad financiera y el tipo de cambio.

Otro de los riesgos que ha señalado el FMI es la elevada participación de inversionistas extranjeros en bonos gubernamentales, pero éstos se encuentran en posiciones de largo plazo, indicó.

Portal Martínez refirió que en 2014 el gobierno federal acudió a financiamiento interno, en moneda nacional, que representó 70.8 por ciento de los créditos, y en forma complementaria de deuda externa.

Informó que en el caso de la deuda de los estados y municipios, a diciembre de 2014 ascendió a 509 mil 690 millones de pesos, 1.9 por ciento más que en 2013, y detalló que de ese monto resaltan Quintana Roo, Coahuila, Nuevo León y Chihuahua, que concentraron 31.2 por ciento de las obligaciones, con 159 mil 109.3 millones.

Dijo que el saldo de la deuda municipal ascendió a 51 mil 314 millones de pesos, que representó 10 por ciento de la deuda pública subnacional y que creció 6.1 por ciento en términos reales respecto de 2013, y de 2 mil 456 municipios sólo 23 concentraron 46.3 por ciento de las obligaciones, entre ellos Tijuana, Guadalajara, Monterrey, Hermosillo, León, Cancún, Mexicali, Zapopan y Nuevo Laredo.