La universidad me ha permitido ser alumna y profesora, afirma la narradora
Jueves 7 de abril de 2016, p. 4
La narradora y ensayista Margo Glantz recibió una medalla en reconocimiento por sus 55 años de ejercer la docencia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ceremonia que coincidió con la presentación del libro De la vida como metáfora a la vida como ensayo, de la académica Blanca Estela Treviño, en el que analiza dos de las obras esenciales de la homenajeada: Las genealogías y El rastro.
Esas dos actividades, efectuadas en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se inscriben en la Cátedra Extraordinaria Sor Juana Inés de la Cruz, fundada por Glantz en febrero de 1995.
La escritora se dijo conmocionada
por este reconocimiento que le entregó la directora de la Filosofía y Letras, Gloria Villegas, y explicó que en una de las publicaciones en su muro de Facebook refiere lo que ha sido la universidad para ella: “Me he dedicado a ser tuitera y feisbuquera. Me doy cuenta de que Facebook me sobrepasa porque me ha vuelto una superego. Antier escribí un texto muy largo donde hablaba de mis logros en la universidad y luego me dio una vergüenza horrible, porque antes hablaba muy mal de quienes hablaban de sí mismos”.
En ese texto, dijo, planteaba la gran suerte que he tenido de ser universitaria, desde la Preparatoria Nacional número 1 hasta ahora por estos 55 años de enseñanza. He escrito lo que he hecho a lo largo de mi trayectoria universitaria. (La universidad) me ha permitido ser alumna, profesora, recibir honores y poder dar clases a tantos alumnos tan distinguidos. Espero que llegue a los 60 años
de docencia.
El reconocimiento se realizó apenas terminó la presentación de De la vida como metáfora a la vida como ensayo, publicado por la Dirección de Literatura de la UNAM, en la que participaron la escritora Aline Pettersson, la coordinadora adjunta de la Cátedra Extraordinaria Sor Juan Inés de la Cruz, Dolores Bravo, y el profesor José Luis Ibáñez, quien leyó fragmentos de las obras que se estudian en el libro.
Magisterio indeleble
Blanca Estela Treviño señaló que El rastro y Las genealogías son de lectura imprescindible en la literatura mexicana contemporánea
y agradeció a Margo Glantz por tu magisterio verdaderamente indeleble para tantas generaciones, tu amistad, y para que sigas aquí de diversas maneras: viajando, escribiendo, viniendo a la facultad, porque también eso te agradecemos
.
Aline Pettersson se refirió a la forma en la que Treviño deshiló
esas dos novelas de Glantz, lo autobiográfico presente en su obra, cómo en Las genealogías conviven, por ejemplo, lo judío y lo mexicano”, el uso de la memoria, y el interés apasionado de la autora por lo creativo o la música.
Toda lectura es un viaje, pero para Margo Glantz “no se trata de una metáfora. El viaje es más bien el ensayo continuo de su vida: la persona que empuña la pluma o pulsa las teclas escribe en clave personal (…) y Treviño evidencia cómo ambas obras (Las genealogías y El rastro) envían señales quizá no secretas, pero que sí pueden advertirse mejor si se conoce la idiosincrasia del autor”, añadió.
Dolores Bravo, quien en su discurso habló de las coincidencias entre las obras de Sor Juana Inés de la Cruz y Margo Glantz, subrayó que de la autora de los libros Saña y Coronada de moscas se aprende en las aulas, en sus conferencias y en su palabra escrita
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