Los obispos que participan en la 101 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ratificaron por un trienio más en la presidencia al cardenal José Francisco Robles Ortega y determinaron el relevo de Eugenio Lira Rugarcía de la secretaría general. Lo sustituirá Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey.

Lira Rugarcía fue coordinador de la visita del papa Francisco al país y por estatutos tenía la posibilidad de continuar un periodo más en el cargo. Sin embargo, hubo diversas críticas a la organización del viaje del pontífice. Algunas las emitió el semanario Desde la Fe, publicación dependiente de la Arquidiócesis de México.

Del Consejo de Presidencia 2012-2015 sólo fue removido Lira Rugarcía, pues Óscar Domínguez Couttolenc, obispo de Ecatepec y ahora ex tesorero de la CEM, ya no podía ser relecto debido a que llevaba dos periodos en el cargo.

Dicho consejo, cuya gestión concluye en 2018, también estará integrado por Javier Navarro Rodríguez, obispo de Zamora, quien repite en la vicepresidencia de la CEM; Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, será el nuevo tesorero general; Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, será primer vocal (en el trienio que concluyó fue segundo vocal) y Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, ahora será segundo vocal (antes fue primero).

Miranda Guardiola tiene 49 años. Ordenado sacerdote en agosto de 1998, a mediados de 2014 fue nombrado por el papa Francisco obispo auxiliar de la arquidiócesis de Monterrey. Desde 2005 es canciller de la curia arzobispal de esa ciudad.

Participó Rivera Carrera

A la asamblea acudieron 120 jerarcas, quienes votaron de forma electrónica. En esta ocasión el cardenal Norberto Rivera Carrera participó en los trabajos de la CEM, que concluyen el viernes. La renovación es de todos los cargos del organismo. Ayer en la tarde también se definió el Consejo Permanente, formado por las 18 provincias eclesiales.

En medio de diversas versiones que indican que en la CEM existe división, quejas de algunos jerarcas por el protagonismo de Lira Rugarcía y la organización de la visita papal, y tras el mensaje que Jorge Mario Bergoglio dio a los obispos el 13 de febrero pasado, en la inauguración, Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, instó a los participantes a no llegar a la asamblea igual que Pedro llegó al sepulcro: con pensamientos negativos.

También los llamó a que “imitemos a aquel apóstol que, como comenta el Papa, ‘no se dejó atrapar por la densa atmósfera de aquellos días ni dominar por sus dudas’”.