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Hillary Clinton prefiere quedarse en Nueva York, de cara a la elección del próximo día 19

Sanders gana en Wisconsin con el voto de los jóvenes; Trump pierde frente a Cruz

La campaña del magnate denuncia el esfuerzo masivo de la dirigencia republicana por frenarlo

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Comensales en un restaurante de Milwaukee, en Wisconsin, saludan al precandidato demócrata Bernie Sanders, quien ayer se llevó la victora en la elección primaria celebrada en la entidadFoto Afp
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El republicano Ted Cruz celebra, acompañado de su esposa, Heidi, la victoria sobre Donald TrumpFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de abril de 2016, p. 27

Nueva York.

Rehusando subordinarse a la narrativa promovida por la cúpula, los votantes de Wisconsin otorgaron el triunfo al precandidato demócrata Bernie Sanders sobre Hillary Clinton, mientras Donald Trump sufrió una derrota que, espera la cúpula de su partido, sea el principio de su fin.

El triunfo del socialista democrático Sanders fue generado, como casi siempre, por una alta participación de jóvenes (obtuvo más de 80 por ciento del voto joven) y de votantes independientes (o sea, no afiliados a ninguno de los dos partidos nacionales). Es su séptimo triunfo de las últimas ocho contiendas estatales para determinar al candidato presidencial de su partido.

Sanders festejó y declaró que con ello sigue en marcha la revolución política para rescatar la democracia estadunidense de las manos del 1 por ciento más rico.

Clinton había concedido ese estado aun antes de iniciar el día, e incluso prefirió estar en Nueva York para enfocarse en la contienda en ese estado programada para el 19 de abril. Aún con ventaja de más de 230 delegados sobre Sanders, prefirió no mencionar siquiera a su contrincante mientras continuaba sus ataques contra Trump, y con ello presentarse como la inevitable candidata presidencial de su partido.

En cambio, para las fuerzas de Sanders, el triunfo era necesario para alimentar sus posibilidades en las próximas primarias, sobre todo en el estado de Nueva York. Ahí se enfrentará el hijo de Brooklyn contra la ex senadora por Nueva York (aunque no es de ahí), en lo que podría ser un momento clave en la contienda entre los dos demócratas, pero para poder sostener las posibilidades Sanders tenía que ganar Wisconsin este martes.

Clinton, sus aliados y muchos de los medios masivos de comunicación insisten en que la ventaja en delegados de Clinton es casi inalcanzable para Sanders, quien tendría que ganar de manera abrumadora (por lo menos por 57 por ciento del voto) en las próximas elecciones en estados grandes. Antes de hoy, Clinton tenía mil 243 delegados frente a 980 de Sanders. En Wisconsin estaban en juego 86 delegados, que serán otorgados proporcionalmente. Para ganar la candidatura demócrata se requieren 2 mil 383.

Robby Mook, el jefe de campaña de Clinton, afirmó, una vez más, que Hillary ha ganado más votos y más delegados comprometidos en esta elección y su ventaja en ambos es casi inalcanzable.

Pero Sanders insiste en desafiar los pronósticos, y señala que desde que empezó la contienda los expertos lo habían descartado y ahora se han visto sorprendidos por la ola de apoyo popular que ha generado. Vale señalar que en Wisconsin hace unos meses perdía por más de 40 puntos.

“Los medios corporativos y el establishment político nos siguen descartando, pero seguimos ganando estados y por amplios márgenes. Si podemos mantener esto, vamos a sorprenderlos a todos y a ganar esta nominación”, afirmó Sanders en un comunicado a sus bases.

Los republicanos

La derrota de Trump frente al senador ultraconservador Ted Cruz será debatida en torno a si representa sólo un tropiezo, o es el principio de su fin.

Después de, tal vez, la peor semana de su campaña –marcada por comentarios que provocaron un fuerte repudio incluso dentro de su partido, como la acusación judicial contra su jefe de campaña por agresión física a una reportera, y sus declaraciones sobre política exterior que fueron calificados de absurdas, entre otras cosas–, la derrota de Trump fue festejada por la amplia coalición de la cúpula republicana que ha invertidos millones de dólares para frenarlo.

Tal vez ya están viendo la cosecha de ese esfuerzo, con una encuesta nacional (Reuters/Ipsos) que por primera vez registra casi un empate entre Cruz y Trump a escala nacional.

Algunos esperan que Wisconsin sea el inicio de una serie de reveses que eviten que Trump alcance los mil 237 delegados requeridos para ganar la nominación de su partido. En Wisconsin estaban en juego 42 delegados republicanos. Antes de esta noche, Trump contaba con 736 delegados, seguido por Cruz con 469 y Kasich con 143.

Aunque no se espera que Ted Cruz pueda alcanzarlo, y el tercer precandidato republicano John Kasich está descartado en esta carrera por delegados, lo que se contempla es que Trump llegará a la convención con el mayor número de delegados, pero no los suficientes para coronarse. Ante ello, ya está marchando el plan para negarle la nominación a través de una muy inusual convención negociada, para entregársela a otro candidato.

Cruz, detestado casi tanto como Trumpo por la cúpula republicana, se posiciona ahora como la única alternativa. Tras ganar, proclamó: déjenme nada más decir: Hillary, prepárate, aquí venimos, y afirmó que toda la gama del Partido Republicano se está unificando detrás de su campaña.

Pero otros señalan que Trump avanza hacia a su propio terreno en la contienda del 19 de abril en Nueva York, su estado, seguido por otras entidades de la costa este que lo prefieren a él sobre Cruz.

La campaña de Trump, según una declaración enviada al diario Washington Post, no sólo no felicitó a Cruz por su triunfo, sino que denunció el esfuerzo masivo por la cúpula para derrotarlo, y afirmó: Ted Cruz es peor que un títere; es un caballo de Troya usado por los jefes del partido que intentan robar la nominación al señor Trump.

Ante este panorama, tal vez no es sorprendente que una encuesta de Quiinnipiac University difundida hoy registró que la mayoría de estadunidenses sienten que Estados Unidos ha perdido su identidad, que está retrocediendo en términos financieros, que sus creencias y valores están bajo ataque y que a los funcionarios públicos no les importa lo que piensa gente como yo.