La película, que sufrió mutilaciones y cambios, fue restaurada por la Cineteca Nacional
La versión resultante, de tres horas 43 minutos, se proyectará el 7 de abril en ese recinto, musicalizada en vivo por José María Serralde
También habrá una exposición sobre las etapas del proceso de rescate
Miércoles 6 de abril de 2016, p. 9
Militares con sombreros de ala ancha y oficiales de alta graduación a bordo de automóviles grises o negros fueron imagen común en las calles de la Ciudad de México en el periodo posrevolucionario. Enrique Rosas, pionero de cine nacional, se valió de ese escenario para realizar El automóvil gris, cinta que reconstruye los robos perpetrados por la célebre banda formada por delincuentes que se fingían militares.
Desde su estreno en 1919, la película experimentó diversas modificaciones y mutilaciones.
El Laboratorio de Restauración Digital Elena Sánchez Valenzuela de la Cineteca Nacional recuperó con la mayor fidelidad posible la versión original del filme silente más importante de México. La restauración integral se realizó a partir de una copia entintada de nitrato, depositada por la familia Rosas Priego en el acervo de la institución, completada con un negativo de nitrato blanco y negro y varios positivos de acetato.
Esta labor arrojó una versión de tres horas 43 minutos, que se exhibirá el 7 de abril en la Sala 2 a las 17 horas. La función será musicalizada en vivo por José María Serralde, quien compuso una partitura integrada con un criterio filológico a partir de referencias y citas comunes en cines mexicanos de la época.
La restauración empezó en 2012 y terminó en 2015. Se intervinieron los más de 180 mil fotogramas del filme. La suciedad, el polvo, los microorganismos y las pegaduras de edición se limpiaron cuadro por cuadro. Considerando que las rayas hablan del paso del tiempo, se eliminaron sólo las que obstruían la lectura de la imagen.
Se realizaron ajustes de estabilización y saturación de color, así como del entintado digital, aplicando variaciones cromáticas para dar la impresión del paso del tiempo, conservando la esencia del color de la época. Se localizaron algunas secuencias inéditas en la copia blanco y negro, las cuales se colorearon digitalmente, tratando de igualar la copia entintada.
El proceso de digitalización incluyó ajustes de las propiedades de la imagen, además de revisión y estabilización de la luz y contrastes, así como de los colores y el escaneo de los fotogramas al formato DPX. También se usaron materiales no fílmicos; por ejemplo, los intertítulos fueron reconstruidos a partir de una colección impresa. El proceso consistió en la transcripción de los textos, su composición armónica con la tipografía original y la aplicación de un marco decorativo que retoma elementos gráficos de los cartones publicitarios originales.
La familia Rosas Priego dejó en custodia de la Cineteca Nacional, en 2009, los rollos de nitrato de la película. A partir de ese material se construyó la genealogía de la cinta, lo que permitió que se recuperaran escenas extendidas o complementarias. La versión restaurada presenta más de 90 minutos de escenas no vistas desde el estreno del filme.
Respecto de los hechos reales en los que se basó Enrique Rosas, resalta que en los últimos meses de 1915 fueron aprehendidos la mayoría de los maleantes (Ángel García Chao, Santiago Risco, Luis León y Luis Hernández, entre otros) y fusilados en diciembre de ese mismo año. La ejecución fue filmada por el director poblano y está incluida en la película.
Alejamiento de la escuela italiana
El experto Aurelio de los Reyes considera a la cinta el epílogo del cine mudo testimonial y el principio del cine de argumento. Además, subraya cómo el director se alejó de las formas de realización de la escuela italiana, que destacaba en las películas mexicanas de esa época. El filme sintetiza toda la experiencia anterior del cine testimonial, pero al mismo tiempo construye, con un lenguaje de cine más actualizado, más apegado a la narrativa estadunidense
, comentó.
Para hacer el libreto, Rosas contó con la colaboración del policía Juan Manuel Cabrera, quien personalmente aprehendió a la mayoría de los miembros de la banda. También tuvo la asesoría del periodista Miguel Necochea.
Esta base documental se sometió a un tratamiento literario cercano al folletín y el poeta José Manuel Ramos (uno de los más activos y destacados guionistas del cine mudo mexicano) hizo la adaptación cinematográfica.
Además de la función se montó la exposición El automóvil gris, historia de una restauración, en el vestíbulo de la sala 2 de la Cineteca, que se inaugurará el 7 de abril. Se ofrecerá un recorrido por las etapas de restauración.