La afición no se atrevió a insultar al Conejo cuando despejaba
El árbitro aplicó criterio disparejo: Boy
Soso, feo y raro el partido: Alonso
Domingo 3 de abril de 2016, p. a10
Sin Chaco Giménez, Cruz Azul lució sin garra y empató sin goles ante Pachuca. Los aplausos esta vez fueron más para el portero tuzo Óscar Conejo Pérez, un consentido eterno de la afición celeste, que no se atrevió a gritarle ¡ehhhhh puto!
, la expresión contra los metas visitantes .
El partido no respondió a las expectativas. Los llamados jóvenes maravilla del conjunto hidalguense estuvieron irreconocibles, apagados, y tanto locales como visitantes desperdiciaron el pletórico y entusiasta graderío del estadio Azul.
El calcinante calor atrofió el partido. Al comienzo, los 22 jugadores se movieron con parsimonia, vigilándose mutuamente, administrando energía. La juventud de los Tuzos soportó más el adverso clima y al minuto 19 Érick Gutiérrez soltó un inesperado riflazo, pero el portero Jesús Corona estuvo atento y se lanzó a la derecha para desviar.
Los Cementeros respondieron. Joao Rojas embistió con determinación, eludió a varios defensas y soltó el escopetazo, pero enfrente estuvo el inmortal Oscar Pérez, que con todo y sus 42 abriles reaccionó como rayo para contener y salvar su marco.
Poco pasó en la cancha en ese primer periodo. Más llamativo resultó el show de Tomás Boy, el pasional técnico de La Máquina que protestó desquiciado una patada de Rubén Botta sobre Rojas. El silbante lo reconvino y el estadio lanzó fenomenal rechifla al árbitro Marco Antonio Ortiz.
Para el complemento ya no regresó al partido el español Víctor Vázquez. Su lugar lo ocupó Gerardo Torrado y después de un remate peligroso de Rodolfo Pizarro, Joffre Guerrón recibió pase filtrado de Rafael Baca, quien logró anidar en la meta del Conejo, pero el tanto fue anulado por posición adelantada.
Al minuto 54 el árbitro sacó tarjeta roja directa a Aldo Leao por aplicar un codazo sobre el rostro de Jorge Burrito Hernández.
La Máquina se plantó bien a la retaguardia. No obstante, pronto comprobó que los Tuzos jugaban a medio gas, gastaban miserablemente el tiempo en pases laterales y atacaban sin sorpresa, por lo que se animó a atacar a pesar de su inferioridad numérica.
El técnico visitante Diego Alonso buscó zarandear sus filas con la salida de Botta para el ingreso de Jonathan Urretaviscaya. La actitud del Pachuca mejoró, pero no lo suficiente para rebasar la barrera defensiva celeste, al grado de que Pizarro se echó un clavado en el área queriendo engañar al silbante, pero Ortiz no cayó en la treta.
Al minuto 83 el público se entusiasmó porque el Conejo salió a pelear el balón a Torrado; logró puntearlo hacia afuera, el Borrego apuró el saque de banda y Pérez voló hacia su marco para retomar su posición.
La afición celeste ama a Óscar, vista del color que sea.
Cruz Azul buscó con más afán el gol en la recta final, pero nadie fue capaz de dar vida al tablero. Los Tuzos siguen de sublíderes con 22 puntos, mientras los Cementeros llegaron a 19.
Boy acusó al árbitro de aplicar criterio disparejo
y aseguró que la expulsión no era
y que les anularon un gol legítimo, pero se resignó porque terminamos encima del adversario en un día de mucho calor. Me voy bien, pero no muy bien
.
Y mientras la directiva cementera negocia la adquisición del atacante Jorge Benítez, el Jefe puntualizó: Lo quiero si regresa a tiempo, si no, no lo quiero... Es joven, claro que habrá sanción
, advirtió, pues el jugador debió reintegrarse al plantel el pasado miércoles por la noche y apenas regresó este sábado.
Además, mostró preocupación al aclarar que a Víctor Vázquez lo cambió porque se resintió de la rodilla izquierda.
Por su parte, Diego Alonso no tuvo empacho en calificar el partido de soso, feo y raro
. Resaltó la labor defensiva y señaló que afectó el intenso calor. Admitió que cuando tuvieron superioridad numérica debimos apretar más
.