México tendrá que esperar al menos tres años para que las normas de calidad del aire de salud ambiental (NOM 020) de ozono y de partículas suspendidas (NOM 025) estén dentro de los parámetros fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estas normas se actualizaron en 2014 y en un artículo transitorio se estableció que en la próxima revisión, que será dentro de tres años, el límite que se determine partirá de los valores marcados por la OMS, indicó Rocío Alatorre, comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

En la actualidad, la norma de ozono en concentraciones de ocho horas indica un límite de 0.07 partes por millón (ppm), mientras la OMS recomienda 0.05. Para las partículas suspendidas (PM10), el máximo en México es de 75 microgramos en 24 horas, 50 por ciento más de lo que recomienda el organismo internacional. Y en el caso de las partículas finas (PM2.5) se marcan 45 en el país, contra 25 recomendado. Esta normatividad se aplica en los monitoreos de calidad del aire.

Cuando se publicó esta regulación, en agosto de 2014, en el Diario Oficial se reconoció que la evidencia acumulada indica que los contaminantes atmosféricos aumentan la mortalidad de la población general, en especial de la infantil y de mayores de 65 años; asimismo están relacionados con las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias y cardiacas.

Alatorre recordó que cuando las normas 020 y 025 se actualizaron se tomaron de referencia las guías de la OMS, la cual recomienda a los países que de acuerdo con sus capacidades técnicas y desarrollo socioeconómico adopten esos niveles o partan de ellos para seguir adelante con sus normas de calidad del aire.

Agregó que “si bien no estamos completamente alineados a la OMS, quedó un transitorio que señala que en la próxima revisión de ambas normas –faltan tres años– el límite que se establezca partirá de los valores de la OMS que para ese momento se hayan emitido”.