Barcelona.

Unos 15 mil seguidores del Barcelona y múltiples personalidades del mundo del futbol rindieron ayer tributo al legendario Johan Cruyff, en el espacio de condolencias que el club azulgrana abrió en el estadio Camp Nou.

Aficionados, ex mandatarios como Joan Laporta y rivales deportivos como el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, desfilaron por el memorial que hasta el próximo martes permitirá a quienes lo deseen, despedir en el coliseo azulgrana al ex futbolista y ex entrenador holandés, fallecido el pasado jueves de un cáncer de pulmón.

Son días muy tristes para el barcelonismo. Los éxitos del Barça no se entenderían sin él de entrenador, señaló Josep Maria Bartomeu, presidente del cuadro culé, en el acto de apertura del tributo.

Emocionado, Laporta fue de los primeros en dar su adiós al tres veces Balón de Oro: Estamos despidiendo a un personaje que revolucionó el futbol con su manera de entender este deporte y la vida.

Con él coincidió el dirigente del Real Madrid, quien visitó el espacio de condolencias acompañado de Emilio Butragueño, leyenda madridista y actual director de relaciones institucionales del club merengue.

Como siempre digo, hay personas que no deberían morir nunca y una de ellas es Johan Cruyff. Él cambió la historia del futbol mundial, afirmó Florentino Pérez.

Los asistentes pueden firmar un libro de condolencias y desfilar frente a una enorme foto del astro holandés ubicada en el vestíbulo del inmueble. La misma tiene las banderas del club y de Cataluña a los costados.

Algunos aficionados dejaron bufandas, flores y pirulíes, como los que Cruyff solía comer en el banquillo después de que dejó el tabaco a raíz de una cirugía de corazón.

La polémica de Argentina 78

Cruyff nunca ganó un Mundial, en gran parte porque tras perder la final de 1974 ante Alemania, cuatro años más tarde no quiso jugar en el de Argentina, donde su equipo perdió 3-1 ante la albiceleste. La razón por la que no acudió todavía sigue siendo polémica.

Una de las hipótesis mencionadas en la época fue un conflicto con la federación holandesa con motivo de las primas.

Otra teoría que todavía circula es “que no quería ir a Argentina como protesta contra la dictadura de Videla –Jorge, en el poder entre 1976 y 1981 y condenado por crímenes contra la humanidad–”, recuerda el amigo del astro, Jordi Finestres.

Sin embargo, Cruyff lo negó: No fue por eso, si hubiera sido por cuestiones políticas nunca habría jugado en España durante la dictadura de Franco.

Sus razones fueron más personales, como reveló en 2008, 30 años después de los hechos.

Antes de la Copa del Mundo fue víctima, junto con su familia, de un intento de secuestro en su casa de Barcelona.

“En ese momento vino alguien y me puso un rifle en la cabeza, estaba amarrado, mi mujer atada junto con los niños en el piso.

Tras ese ataque, mis hijos iban al colegio con la policía y en mi casa también tuve vigilancia durante unos cuantos meses. Llega un momento en el que que dices basta. Hay veces en que hay otros valores en la vida, añadió.

Tomó entonces la decisión de no alejarse de su familia y de no ir a Argentina varias semanas para el Mundial.