En EU enjuicia a paraestatal mexicana por incumplir contrato de venta de salmuera
Viernes 25 de marzo de 2016, p. 11
El juicio que se promovió contra Exportadora de Sal (ESSA) en Estados Unidos, por incumplimiento de un contrato de venta de salmuera, entró en la etapa de apelaciones después de que se resolvió en favor de la paraestatal un primer recurso incidental a la empresa Packsys, cuyo equipo presentará un expediente respecto del monopolio de compra, transporte y comercialización de sal que ejerce la trasnacional japonesa Mitsubishi por medio de sus bancos, aseguradoras y navieras.
La información incluye los reportes de la Auditoría Superior de la Federación respecto de que Mitsubishi compra la tonelada métrica de sal a 17 dólares, cuando el precio internacional es de 50 dólares, así como un reporte donde el director de una filial de la japonesa, Baja Bulk Carriers, Carlos Vidali, ofrece a Mario Cantú Suárez, coordinador general de Minería de la Secretaría de Economía (SE), detalles de las operaciones de la corporación.
Otro documento es un alcance a una solicitud de la Presidencia de la República sobre un informe que con los resultados de ESSA de 2014 envió en febrero de ese año el ex director José López Portillo a Los Pinos.
En ese mismo mes, la Presidencia pidió a la SE corroborar la información, pero fue hasta el 12 de junio de 2014, después de recibir un apremio de Los Pinos, que la Secretaría de Economía, mediante la coordinación de Minería, confirmó que el consejo de administración de ESSA autorizó la comercialización de 17 millones de toneladas métricas de la salmuera que se acumula en Guerrero Negro.
Asimismo, el legajo que armó Packsys indica que, como socio con la propiedad de 49 por ciento de acciones de ESSA, Mitsubishi tiene como único transportador de la sal a Baja Bulk Carriers, que cobra a la paraestatal 30 dólares por tonelada métrica, en contraste con el costo internacional de 22, además de que los buques –a renta también con otra filial de Mitsubishi– regresan vacíos a Guerrero Negro, lo que constituye una pérdida adicional para la salinera.
En el caso de los datos proporcionados a Cantú, Vidali envió un correo el 23 de mayo de 2014 en el cual señaló que si bien la concentración de beneficios para Mitsubishi es evidente, sus servicios son buenos y competitivos en el mercado
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Aun así, Vidali explicó en el correo –del que se tiene copia– que la relación entre Baja Bulk Carriers y la japonesa le ha generado múltiples beneficios económicos y directos e indirectos al vasto y diversificado grupo de empresas de Mitsubishi
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Detalló enseguida que las cuentas de Baja Bulk Carriers y preponderantemente la de ESSA se manejan a través de Union Bank, que es parte del grupo Mitsubishi Financial Services operando en Estados Unidos. El total anual de recursos está cercano a 300 millones de dólares. UB tiene una línea de crédito disponible para contingencias de 5 millones de dólares que nunca se ha utilizado
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Además indicó que 70 por ciento del transporte de la sal que contrata Baja Bulk Carriers lo realizan barcos de la Nippon Yusen Kaisha (NYK), la compañía japonesa de buques-correo, que Vidali explica a Cantú forma parte del Grupo Mitsubishi, con contratos anuales de 100 millones de dólares.
Incluso, añadió que el combustible de los barcos que tiene arrendados Baja Bulk Carriers, que consumen un total aproximado anual de 30 mil toneladas métricas, los surte Mitsubishi Energy Corporation para un monto anual de 15 millones de dólares
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En el correo se detalló que los seguros contra riesgos, contingencias, vida y servicios médicos de Baja Bulk Carriers son provistos por Tokio Marine Insurance, también parte del Grupo Mitsubishi, con primas anuales de 200 millones de dólares, cantidad que representa casi 14.5 por ciento de los gastos administrativos de la transportadora.
También esta última contrató, con la aceptación del consejo de administración de ESSA, la renta de un buque a 15 años por medio de asignación directa, que se denominó Buenavista.
Vidali dijo a Cantú que el barco, con capacidad para transportar 50 mil toneladas métricas, fue contratado con una filial de NYK: NGB (Nippon Gijutsu Boeki)
, y que si bien la inversión inicial se estimó en 110 millones de dólares, luego se redujo a entre 50 y 60 millones.