El cumplimiento de la normatividad sobre la calidad del aire, sólo en partículas finas, vigente hasta 2013, pudo evitar en las zonas metropolitanas del valle de México, Guadalajara y Monterrey la muerte prematura de 2 mil 710 personas al año y aportar beneficios económicos de entre 27 mil y 45 mil millones de pesos.

Esto asegura el Informe nacional de calidad del aire 2013, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), el cual evaluó las condiciones de 22 ciudades entre 2000 y 2013. En ese documento se explica que los datos se obtuvieron con base en la normatividad vigente hasta ese año, ya que en 2014 entraron en vigor nuevas disposiciones.

Las regulaciones sobre la calidad del aire relativas a ozono y partículas suspendidas (las NOM 020 y 045), que entraron en vigor en octubre de 2014, pese a ser más estrictas que las anteriores, son más laxas de lo que estipula la Organización Mundial de la Salud, subrayaron organizaciones ambientalistas.

Al anunciar la entrada en vigor de esa normatividad, la Redim, el Instituto Mexicano para la Competitividad y El Poder del Consumidor señalaron que con la nueva regulación habría más precontingencias ambientales en el valle de México, porque no se han tomado medidas para reducir las emisiones contaminantes, entre ellas el uso de gasolinas con ultra bajo azufre y tecnologías vehiculares más limpias.

En la evaluación de 13 años de la calidad del aire, el Inecc aseveró que se analizó la información generada por 22 sistemas de Medición de Calidad del Aire. Éstos se encuentran en 11 estados y miden partículas suspendidas (PM10) y las suspendidas finas (PM2.5), así como el ozono y el bióxido de azufre. En esas 22 urbes habitan alrededor de 44 millones de personas, 37 por ciento de la población total estimada por el Consejo Nacional de Población para el país en 2013.

En el caso de las partículas PM10 se encontró que en 13 años las concentraciones más elevadas se registraron en Mexicali y Ciudad Juárez. Además, en la región que va de Pachuca a Tizayuca. En el caso de las partículas finas, hasta 2013 se medía en 11 ciudades y la norma sólo se cumplió en Mérida.

El nivel de ozono durante 2013 sólo se cumplió en Ciudad Juárez, Mérida, Chihuahua y Celaya. Menciona que en el caso del valle de México se observa una tendencia a la baja, aunque junto con Guadalajara tuvo las concentraciones más altas durante los 13 años analizados.

Respecto del bióxido de azufre indica que se mide en 18 de 22 sistemas y hay una tendencia decreciente en los valores límites de ocho horas, 24 horas y anual, tanto en la zona metropolitana del valle de México como en Salamanca, lo que les lleva a cumplir de manera regular con dichos límites desde 2009.