Casi siete millones de alumnos de escuelas públicas de los niveles medio superior y superior viven en México. Por su condición de estudiantes tienen derecho a los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero la mayoría lo desconoce. Apenas 1.9 millones, menos de una tercera parte, están adscritos a alguna unidad de medicina familiar, lo que significa que al menos una vez han solicitado atención médica.

El Seguro de Salud para Estudiantes existe desde 1998 por decreto presidencial; cada año, el IMSS recibe financiamiento del gobierno federal para ofrecer los servicios médicos a los jóvenes, explicó Tuffic Miguel Ortega, director de Incorporación y Recaudación del organismo.

Además del desconocimiento del beneficio a que tienen derecho, también es cierto que los jóvenes prácticamente no se enferman. En general son sanos y no tienen en mente asistir a un servicio de salud. Lo que se ha visto en el Seguro Social, señaló el funcionario, es que los estudiantes llegan a causa de algún accidente de tránsito o las adolescentes para atenderse un embarazo.

Debido al complejo panorama de salud que enfrenta el país, con elevado índice de sobrepeso y obesidad desde la infancia y adolescencia, embarazos no deseados en esta etapa y la alta prevalencia de enfermedades crónicas en la edad adulta, cuya atención implica altos costos, el IMSS dará un giro a la estrategia.

El próximo lunes, en un acto que será encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, se dará a conocer el relanzamiento del Seguro de Salud para Estudiantes, con varias novedades.

Una de ellas es que los alumnos pueden darse de alta por Internet y obtener su número definitivo de seguridad social, pues será el mismo desde ahora que son estudiantes y lo conservarán cuando se incorporen a la actividad laboral formal. Esta modalidad fue aprobada en diciembre pasado por el Consejo Técnico del IMSS, luego de que se comprobaron sus beneficios y efectividad con los alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, Miguel Ortega comentó que antes el IMSS asignaba un número convencional a los estudiantes, para diferenciarlos de los trabajadores y que no se prestara a confusiones. Con la modernización y digitalización de trámites, ese argumento ya no tiene razón de ser.

También reconoció que no se ha dado al programa la difusión que amerita. Aunque el registro de los alumnos se realiza y/o renueva con cada inicio de ciclo escolar (semestral o anual), era un trámite que realizaban las escuelas ante el IMSS y ahí se quedaba.

Por eso menos de una tercera parte de los jóvenes están adscritos a alguna clínica: estar adscrito significa que han ido a obtener su carnet y han acudido por lo menos a una consulta.

La comunicación IMSS-escuelas permanecerá para dar aviso de las altas y bajas de estudiantes. Fundamentalmente se busca dar mayor difusión entre los jóvenes y lograr que, aunque no se sientan enfermos, asistan a las clínicas para una revisión general. La idea es identificar condiciones como el exceso de peso corporal o alteraciones metabólicas, que pueden ser elevado nivel de glucosa o hipertensión arterial, vinculados al sobrepeso y obesidad. También se busca incidir en la reducción de los embarazos adolescentes.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 6.9 millones de alumnos de preparatoria, licenciatura y posgrado. La cifra coincide con los registros del IMSS en el Seguro de Salud para Estudiantes.

Del total, 3.9 millones reconocen ser derechohabientes del instituto por el esquema para estudiantes o por ser hijos de trabajadores afiliados al organismo. Sin embargo, sólo 1.9 millones están adscritos a una clínica.

Con el nuevo sistema de afiliación electrónica, los alumnos recibirán su número de seguridad social por correo electrónico menos de un minuto después de que se registren en la página de Internet del IMSS, explicó Miguel Ortega.