Opinión
Ver día anteriorMiércoles 23 de marzo de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Otras posibilidades poéticas

P

oesía es ante todo palabra, pero, así suene esto a eslogan, palabra viva, palabra que tienta el corazón con espinas y flores, con sal ardiente y helada arena estelar; que de nombrar no deja, no acaba. Lo nombrable –bien sabe esa palabra– es del todo innombrable. Una cascada es sólo cascada mientras agua lleve: agua distinta, distintas aguas, y sin embargo, quién lo ignora, siempre la misma. Misma cascada de distintas aguas, yo te nombro –dice el poeta–, yo te he nombrado antes muchas veces y no sé cuántas más he de nombrarte. Estás ahí, estás aquí, nombrándome. Por eso es que te nombro.

Poesía, a la manera que solemos entenderla, es ante todo palabra. Pero de una manera más antigua –ritual más–, es experiencia, sobre todo experiencia, percepción del afuera –afuera que es aquí y es universo– y del adentro –que es alma y ante todo Espíritu o, si se quiere, espiritualidad.

Hemos dicho de una manera más antigua; quizá debiéramos decir de una manera más contemporánea (aunque ese más junto a contemporánea esté de más). Hay alrededor nuestro tanto estímulo contrario a la experiencia poética (a la comunicación original con la palabra) que se ha hecho necesario, por así decir, regresar al ritual, a la experiencia poética viva –antes o después de la palabra, eso no importa–, expandida o expansiva, según algunos le han llamado; dotar de un plus a –que es a la vez una profundización en– lo que pareciera la palabra sola.

La pasada semana durante cuatro días se efectuó en diversos foros de Morelia la actividad colectiva Posible poesía/Encuentro de posibilidades poéticas: “artistas reunidos para dialogar… sobre las posibilidades que tiene la poesía actual para ser creada y difundida más allá del papel y la voz”. Más allá o más acá, cabría precisar. Tal vez en lo que hace a la auténtica poesía creada por/o surgida en el hombre (voz, letra, imagen –y aquí música, danza, etcétera) todo parte de un nudo, término de los organizadores, que al desatarse, propongo, genera una especie de big bang –por mínimo que, y en este caso auguramos lo contrario, pueda ser.

Entre los convocados: Ricardo Castillo, el grupo Ampersan, Fernando Fernández, Pedro Serrano, Feliciano Carrasco, Rocío Cerón, Josué Ramírez, Mardonio Carballo, Daniel Wence, Xitlálitl Rodríguez, Blanca Villalpando, Raúl Eduardo González, Antonio Riestra, Abraham Chavelas, Mario del Río, Arturo López y Raciel Quirino. Coordinador general: Amaury Estrada.