Buscan acuerdo para que peloteros sean contratados de forma legal en Grandes Ligas
El bloqueo impide que salgan en igualdad de condiciones
Barack Obama y Raúl Castro asistirán al duelo que disputarán hoy la selección de la isla y los Mantarrayas de Tampa Bay
Martes 22 de marzo de 2016, p. a13
La Habana.
La pelota une y separa las relaciones históricas entre Cuba y Estados Unidos. Ambos países exhiben el beisbol como un símbolo nacional, pero también representa continuos episodios tensos por la deserción de jugadores de la isla que buscan contratos millonarios en Grandes Ligas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, espera ahora usar esa afición compartida por un deporte para tender puentes durante su visita histórica a Cuba, superando ese desamor
mutuo trasladado a menudo también al terreno de la pelota, como los cubanos llaman al beisbol.
El equipo Mantarrayas de Tampa Bay, de Florida, jugará este martes un partido amistoso con la selección nacional cubana en el estadio Latinoamericano. Obama asistirá al duelo, al igual que el mandatario Raúl Castro. Muchos hablan de una diplomacia del beisbol
.
Cuba es, contra su voluntad, una gran cantera de talentos para las Grandes Ligas estadunidenses. Muchos peloteros desertan desde hace años para intentar conseguir contratos millonarios como profesionales.
El joven Yoan Moncada recibió, por ejemplo, el año pasado de los Medias Rojas de Boston un bono de 31.5 millones de dólares por el fichaje, un récord para un jugador internacional amateur.
Las restricciones que provoca el bloqueo impuesto por Washington a La Habana convierten a los peloteros cubanos en víctimas del tráfico de personas, enfatizó el presidente de la federación local de esta disciplina, Higinio Vélez, en rueda de prensa el lunes.
Cuba desterró el profesionalismo pocos años después del triunfo de la revolución de 1959 y fomenta desde entonces con mucho éxito el deporte amateur. Sus atletas suelen arrasar en Juegos Olímpicos y Panamericanos en comparación con otros países de América Latina.
Algunos observadores esperan por eso que el partido de este martes dé nuevo impulso a las relaciones bilaterales, también con acuerdos para frenar el éxodo de jugadores.
Estamos hablando de normalización (de relaciones). No hay un terreno probablemente más atractivo para la normalización que el beisbol, que la pelota, que se juega
en ambas naciones, explicó el analista cubano Carlos Alzugaray.
Alzugaray, mucho tiempo diplomático del gobierno de la isla, cree incluso que Washington y La Habana ya tienen muy avanzado un acuerdo para que beisbolistas puedan firmar legalmente con equipos de Grandes Ligas; es decir, sin tener que abandonar la legalidad cubana.
El bloqueo queremos que sea eliminado para que sea justo, equitativo y racional; todo lo que estamos haciendo es de buena voluntad y buena fe por el beisbol y nuestros jugadores
, dijo Heriberto Suárez, director del beisbol de Cuba, en una conferencia.
La idea es que nuestros jugadores puedan ir a Estados Unidos en igualdad de condiciones y de derechos, como hacen ciudadanos de cualquier país, pero el bloqueo lo impide
, añadió.
Alrededor de 30 jugadores cubanos se alistan para intervenir en la temporada de las Grandes Ligas que comienza a principios de abril; sin embargo, todos llegaron a Estados Unidos de manera ilegal y, para colmo, debieron renunciar a su ciudadanía, por ley, para firmar contratos.
Será un proceso largo y complicado, pero queremos encontrar vías para que los cubanos puedan cumplir sus sueños de estar en las Mayores
, expresó Tony Clark, director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas.
El comisionado del circuito, Rob Manfred, insistió en el valor diplomático que tiene el beisbol para acercar a Estados Unidos y Cuba.
La reciente vez que un equipo de Grandes Ligas jugó en Cuba fue en marzo de 1999, cuando los Orioles de Baltimore chocaron con la escuadra local. La primera pelota de este histórico partido será lanzada por los astros Pedro Luis Lazo, pítcher con más triunfos en campeonatos cubanos (257), y Luis Tiant, lanzador cubano con más victorias en la historia de las Mayores (229).