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Hant comcaac; lo sagrado no tiene precio Zara Monrroy* y Jesús E. Ogarrio** El Hant Comcaac esla tierra donde está la Punta Chueca y el Desemboque, es el Canal del Infiernillo y la Isla de Tiburón y, a su vez, es la gente que ha sobrevivido durante siglos a los extremos climas del desierto de Sonora. Mar y desierto se vuelven unoen el Golfo de California, y allí en el Mar de Cortez esdonde existe una de las sociedades más complejas y abigarradas del México contemporáneo, los comcaac. “Todo nuestro territorio es sagrado, estamos viviendo sobre los huesos y la sangre de nuestros ancestros.El Hant Comcaac somos todos los seres que vivimos en la tierra y el mar, es Tahejöc y Xepe Cosot, (Isla del Tiburón y el Canal de Infiernillo), y nosotros les seguimos llamando por sus nombres antiguos porque es la forma en que recordamos que estos lugares no son propiedad de nadie y que lo único que nos pertenece es la palabra, así que si algún día llegamos a perder la custodia de esta tierra estaremos perdiendo la voz y el canto.” El patrimonio cultural de los comcaac del siglo XXI se expresa en el arte, sobre todo en la tradición lírica del canto; su palabra es la memoria de sus ancestros, expresión de sus múltiples formas de relacionarse con el tiempo y el espacio. Por lo tanto, el cmiique iitom o idioma de los comcaac, es la medicación entre la conciencia, la palabra y la praxis del espacio. Sin uno no puede existir el otro. Y ante las nuevas amenazas de despojo, surge una nueva resistencia encabezada por las mujeres y los jóvenes,quienes hacen un llamado a la memoria para reivindicar el valor sagrado del Hant Comcaac, su principal bandera de lucha en contra de los megaproyectos. “Yo canto por mi gente y por mi tierra ya que nuestro pueblo ha sido oprimido y castigado durante siglos, por eso canto en mi idioma y defiendo mi cultura, porque es la forma en que pienso hacer conciencia con los demás jóvenes. Somos un pueblo guerrero pero no vamos a ceder ante las provocaciones, arrestan y criminalizan a los integrantes de nuestra Guardia Tradicional. Es verdad, tenemos las armas pero nuestra resistencia es por la paz, por eso hemos heredado el don del canto, porque jamás nos podrán quitar la imaginación ni la palabra…” En septiembre de 2014, sin consulta previa comenzó labores de exploración minera La Peineta Minera, SA de CV, empresa que utiliza el mismo nombre del santuario natural, el cual se encuentra ubicado entre los poblados de Punta Chueca y Desemboque. Hecho que provocó la indignación de los jóvenes y que éstos se organizaran y conformaran una lucha dentro y fuera de sus comunidades, la cual fue mediatizada por las redes sociales. Con el nombre de Defensores del Territorio Comcaac, jugaron un papel fundamental para la suspensión parcial del proyecto de exploración minera. No obstante, una amenaza aún mayor ha llegado recientemente al Hant Comcaac: la empresa con el nombre Tiburón Agua y Electricidad, SA. de CV pretende colocar dos hidroturbinas y una planta eléctrica y desalinizadora en el Canal del Infiernillo. Entre los múltiples objetivos de esta empresa está la creación de una inmobiliaria y de un parque industrial en la Isla del Tiburón. “El Canal del Infiernillo ha sido nuestra fuente de alimento desde tiempos ancestrales; en la Isla del Tiburón están los espíritus más poderosos de esta tierra, algunos de ellos tienen la forma de animales o plantas, otros están en los vientos y mareas. En la modernidad esos lugares también representan la base de nuestra economía y de nuestra autonomía política. Si esos megaproyectos entran al Hant Comcaac nos quedaremos sin trabajo, ya no habrá pesca ni cacería, nos quedaremos sin hogar y sin historia, no habrá un futuro. Por eso hago un llamado a todos los jóvenes indígenas para que luchemos por detener el despojo de nuestro pasado y nuestro futuro.”
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