19 de marzo de 2016     Número 102

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


FOTOS: Prensa Opal

Chile

Prensa opal

Nicolás Tapia www.prensaopal.cl

Prensa OPAL nace como una necesidad angustiante. La información masiva monopolizada por el Estado y las instituciones privadas, en cuyos mensajes imponen a la población toda la carga de su carácter ideológico, debe ser contrarrestada. Esta es la realidad actual de Chile y de muchos otros países, donde grandes conglomerados multimedia se han apoderado del espectro radioeléctrico y donde los medios estatales o de servicio público son en la práctica inexistentes.

Hacer información independiente –nos cuenta Víctor, integrante de Prensa OPAL– no implica un discurso neutral, sino más bien una narrativa que nace a partir de las sensibilidades del poblador y de la pobladora de a pie. Desde esos zapatos, sus propios zapatos, es que este equipo de chilenos construye sus discursos, siempre a partir de la coyuntura pero al mismo tiempo con la perspectiva de la historia social de las cuatro décadas recientes.

El trabajo es solidario y precario. “Si es un celular lo que tenemos, grabamos con un celular”. Como es común en el mundo de la prensa independiente el nulo acceso a recursos económicos no suele ser un impedimento a la hora de lograr sus objetivos. “Para nosotros es muy importante reflejar lo que sucede en la calle, y en específico con la policía”.

En sus casi dos décadas de trabajo, Prensa OPAL ha registrado sistemáticamente el actuar de los pacos (como coloquialmente se le llama a la policía en Chile) durante movilizaciones sociales, protestas y eventos masivos. Muchos de sus videos han servido para que organismos de derechos humanos realicen denuncias tanto en Chile como internacionalmente. “Pero no nos quedamos sólo en denunciar la actuación de la policía”, explica Víctor. “Queremos desmonopolizar la comunicación. Intentamos que a través de este ejercicio la gente entienda lo importante que es multiplicar las fuentes de información. Queremos que el mercado de la comunicación quiebre porque la gente comenzó a hacer y consumir sus propios medios”.

Armados con cámaras y zapatillas ligeras para correr, Prensa OPAL muestra a la policía en su imagen más violenta, “y aun así los mismos policías te saludan, y nos dicen que apoyan nuestros videos. De esta forma nos damos cuenta de que los materiales son monitoreados en línea y en la calle también”.

En 2011, WINSEC (antes Escuela de las Américas) se contactó con ellos para utilizar el informe de represión en video que habían publicado el año anterior. “¡Querían usarlo en clases, en su malla educativa! –detalla Iván–. Nosotros respondimos aclarando que el material, si bien es de libre utilización, teníamos la contradicción que se use en una escuela que hemos criticado por su carácter formativo de gente que está encargada de la represión en distintos países”.

Así, la Oficina de Prensa para América Latina (OPAL) contextualiza la realidad de los pueblos en Chile y otros países de Latinoamérica día a día con producciones audiovisuales en diametral oposición a las líneas editoriales de los medios de comunicación monopolizados por los poderes políticos y económicos.

Liga al video Informe de represión policial en Chile: https://youtu.be/NU4WbjIiTnk

Argentina

Creando zonas liberadas

Alejo García

In memoriam

Hace unos años, en una entrevista televisiva, el escritor Andrés Rivera decía “somos muchos, el problema es que no nos estamos viendo”. ¿Por qué no nos vemos? ¿Qué impide que nos veamos? ¿Qué pasaría si pudiésemos vernos?

Estos son algunos de los interrogantes que atraviesan hoy el fenómeno de la comunicación. El escritor Eduardo Galeano dice “hemos sido entrenados para vernos con ojos extranjeros”. ¿Quiénes nos entrenaron? ¿Con qué objetivo? Si como sociedad estamos despertando a este proceso de ser sujetos sujetados, a ese “ser hablado por otros”, a esta idea de que durante años no hemos podido “vernos” como pueblo, que otros han entrenado nuestros ojos y nuestra mirada, quizás éstos sean tiempos de pensar formas de cómo “liberarnos” de esa sujeción.

El cantor Daniel Viglietti dice en una entrevista en Telesur: “Hay que desalambrar la comunicación”, entendiendo que no sólo hay que “desalambrar la tierra” para que ésta no quede en manos de unos pocos, sino también que hay que “desalambrar otras voces”. Voces que son acalladas por los monopolios mediáticos.

Quizás el desafío de estos tiempos, entonces, esté dado en las formas que seremos capaces de construir como sociedad, que permitan llevarnos a ese proceso de “desalambrar la comunicación” y por ende desalambrar nuestras formas de pensar y nuestras formas de construir sentido.

Al respecto, Umberto Eco da algunas pistas cuando dice en su texto “Para una guerrilla semiológica” que “La batalla por la supervivencia del hombre como ser responsable en la Era de la Comunicación no se gana en el lugar de donde parte la comunicación sino en el lugar adonde llega”. Y luego agrega: “una organización educativa que lograse que una audiencia determinada discutiera sobre el mensaje que recibe, podría volver del revés el significado de tal mensaje”. Es decir que la lucha contra el discurso imperante estaría dada también en el trabajo con el receptor de ese discurso.

Desde el espacio Cine en Movimiento venimos trabajando desde hace ya un tiempo con diferentes grupos ubicados en organizaciones sociales del conurbano bonaerense y en algunas provincias del interior del país en talleres que permiten la construcción de una mirada crítica de los medios masivos de comunicación y en la posibilidad de que estos mismos grupos sean hacedores de su propio mensaje a partir del manejo del lenguaje audiovisual.

De esta manera niños, niñas, jóvenes y mujeres de sectores populares construyen una mirada distinta sobre lo que pueden ver en los medios y además son creadores de sus propios mensajes, en este caso a partir de la realización de cortometrajes que luego son expuestos en festivales de cine y video, universidades, centros culturales, escuelas, sindicatos, canales de aire y de cable, etcétera. Esto ha permitido que los y las jóvenes, a partir de ver noticieros y de leer notas periodísticas, puedan trabajar sobre el proceso de estigmatización del que son víctimas por vivir en barrios pobres del conurbano asignándoles el lugar de “pibes chorros” y que puedan dar “su mirada” sobre su situación actual a partir de la realización de sus cortometrajes. Esto los convierte en guionistas, actores y realizadores de sus propias historias.

Lo mismo ocurre con las mujeres que participan del espacio y que son capaces de “deconstruir” la mirada que se establece desde los medios sobre el lugar que se le asigna a la mujer y la posibilidad de “pensarse desde otro lugar” elaborando una producción visual que hable de ellas, de sus historias singulares y que pueda ser vista por otras y otros.

La creación de zonas liberadas de los monopolios mediáticos implica la generación de espacios donde pueda crecer la mirada crítica y la elaboración de mensajes propios de cada grupo o comunidad, partiendo siempre desde la cultura popular de esos mismos grupos.

En la medida en que estos espacios puedan multiplicarse, será posible la construcción colectiva de nuevos sentidos que promuevan la libertad para pensar por nosotros mismos y que podamos encontrarnos a partir de poder “vernos” de otra forma como sociedad.

Alejo, uno de los fundadores de Cine en Movimiento de Argentina, nos ha dejado un legado que sigue inspirándonos en todo el Continente. En este número, queremos recordar sus palabras que continúan vigentes. De él, y las y los compañeros de Cine en Movimiento, hemos aprendido que el cine en colectivo es más poderoso y mejor, que el cine desde abajo nos abre caminos de liberación y que la alegría es el ingrediente que nos iluminará y permitirá su multiplicación. ¡Gracias Alejo, siempre, por tantos actos de amor! (Este artículo fue originalmente publicado en la Sección La Ventana del diario argentino Página 12 http://is.gd/ToKjwF).

Argentina

La tribu: proyecto político de comunicación que suma 26 años

Colectivo La Tribu fmlatribu.com

De acá venimos... La comunicación siempre fue un desafío para las organizaciones sociales. Ese desafío se potencia en la era de la imagen, en la que su abordaje es fundamental para la lucha por el sentido dentro del territorio en disputa, que es la comunicación.

Históricamente fue la radio el medio que sirvió para amplificar voces; ampliar miradas, y en ellas, luchas por los derechos de las comunidades, por el acceso y la defensa del agua y la tierra, el trabajo digno y la soberanía de los pueblos. Así fue como en América Latina se multiplicaron las radios comunitarias, alternativas, populares, sociales, según la aproximación particular a la práctica comunicacional que cada una tenga y el marco teórico en el que nos ubiquemos para analizarlas, o simplemente, según como cada una de ellas decida nombrarse.

En definitiva, lo importante es la práctica misma. El nutrirse de las herramientas para dar cuerpo al derecho a la comunicación, fomentando la participación de las comunidades a partir de trabajar desde y con las culturas originarias y locales; promover la mirada crítica, y construir ciudadanía por medio de incorporar a la población en la solución a los conflictos que le aquejan. Ese solo hecho ya es transformador.

La Tribu es una radio de esas. Un colectivo político de comunicación, un proyecto que lleva 26 años en el aire, encendido, vibrando, contagiando. Un colectivo que camina en busca de las formas y los formatos para relatar cada historia, para denunciar, construir y expandirse. Para tejer redes con otras organizaciones y con otros medios alternativos, comunitarios y populares.

Como laboratorio de otras formas de existencia, propone y se dispone a practicar nuevas maneras de habitar el mundo y relacionarnos caminando hacia la horizontalidad en el proceso de construir formas autónomas.

Hacia allá vamos… En los tiempos que corren, el lenguaje audiovisual es parte de nuestra experiencia cotidiana; estamos en contacto con él constantemente. Este lenguaje tiene la potencia de determinar sentidos de una manera más profunda que cualquier otro lenguaje y una alta capacidad de impacto. Zambullirse en él es ineludible.

Por eso, entre muchas otras cosas, construimos colectivamente relatos audiovisuales en los que investigamos, sentimos, miramos, registramos: piezas documentales que van desde una movilización hasta una campaña sobre soberanía alimentaria, pasando por una serenata invertida en el balcón de nuestra casa. Relatos con los que buscamos movilizar, preguntar, entender, transformar, escuchar e invitar.

El camino nos encuentra codo a codo con diversos canales comunitarios de la ciudad de Buenos Aires, como Antena Negra TV, del cual comenzaremos a formar parte de su programación con “La Tribu en Bloque”, un conjunto de nuestras producciones audiovisuales organizadas en capítulos de 30 minutos; o Barricada TV, a la cual apoyamos para que hagan realidad su licencia.

El tejido trasciende fronteras ya que en 2015 formamos parte de la fundación de Territorio Audiovisual, una red que agrupa a todas las organizaciones que participamos del Encuentro de Video para el Cambio en América Latina y el Caribe.

Como diría José Ignacio López Vigil, “las emisoras comunitarias tienen que entretener haciendo reír y llorar, porque eso es lo que somos”, no importa si es en audio, texto o imagen, lo importante es comunicar lo que nos pasa. Es ser libre de elegir cómo, dónde y por qué hacerlo. Es contar nuestras historias desde nuestra diversidad de miradas. Pueden llamarle construir soberanía o quizás prefieran autonomía…

Radio de Acción: https://youtu.be/-MCjiOQ0MKU

Campaña Soberanía Alimentaria: http://alertaquealimenta.org/
Serenatas Invertidas: https://youtu.be/znKHJQ-yJbY

Argentina

Las mujeres con voz sabemos de qué se trata


FOTOS: AMADH

Índira Cornelio

En Argentina, la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos (AMADH)* y Cine en Movimiento** trabajan, desde el audiovisual, las problemáticas de la trata de personas/explotación sexual/prostitución. Graciela Collantes, coordinadora de la AMADH, nos habla sobre los aprendizajes e impacto de esta colaboración.

Considera difícil abordar estos temas por el miedo a la discriminación, sobre todo al tratarse de contar su historia de vida.

Según Graciela, si bien existen distintas campañas contra la trata impulsadas por los gobiernos y organismos internacionales, éstas no logran interpelar a sus destinatarios por desconocer desde adentro la problemática. En ese sentido, para ellas es importante elaborar sus propios mensajes y campañas, sensibilizando y previniendo desde su propia experiencia.

“Queremos llegar no sólo a quienes tienen acceso a las herramientas de comunicación, sino a las personas en mayor situación de vulnerabilidad que no siempre tienen acceso a internet, televisión, etcétera. Por eso usamos nuestros materiales para sensibilizar en los barrios, escuelas y clubes barriales.”

Cine en Movimiento trabaja siempre desde la perspectiva de la educación popular, donde cada taller de cine se transforma en un espacio de reflexión, intercambio y encuentro de saberes.

El taller en AMADH ha permitido poner en escena las vivencias y los relatos de mujeres en situación en prostitución, quienes son sistemáticamente estigmatizadas en los medios masivos de comunicación.

Puedes ver los spots La soga (https://youtu.be/dO0aGw9w9kE) y La casa (https://youtu.be/jMxfe64jA28) desde el canal de Youtube de Cine en Movimiento (https://www.youtube.com/channel/UC7cKAP_u3bNVnCPhmFSG4LA).

Agradecemos la colaboración de Graciela Collantes de la AMADH y Sol Benavente de Cine en Movimiento en este artículo.
*https://www.facebook.com/mujeresconvoz
**https://www.facebook.com/cineen.movimiento

 
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