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Cacto y su presencia en momentos Alejandro Tagle Cacto nació en México en 2010 con el propósito de participar en proyectos de corte social y teniendo objetivos claros en cuanto a las organizaciones con las que trabajaría y los temas en los cuales habría de participar. Es así como inició un recorrido de exploración y experimentación, que abarca varios materiales, desde Brand Hacking (Suplantación de marca) hasta documentales, pasando por varios formatos y estilos distintos. En esta exploración hemos generado contenidos de la comida chatarra, publicidad engañosa, los derechos de la infancia, hidroponia urbana, ecotecnias, transporte público y movilidad urbana, movimientos sociales, híper consumo, desaparición forzada, educación rural, mejoramiento de sistemas de cultivo, equidad de género, derechos de los animales, movimientos de protesta en murales urbanos y medios libres y autónomos.
En 2012 iniciamos la realización de nuestro primer largometraje llamado Dulce agonía, que nos llevó a viajar a varios estados de la República, como Chiapas e Hidalgo, para documentar y conocer de manera más cercana los efectos en la salud del consumo indiscriminado de refrescos y productos chatarra en las comunidades urbanas, rurales e indígenas. También para conocer a las víctimas de la comercialización indiscriminada de este tipo de productos y conocer las prácticas y los engaños en que incurren ciertas marcas con tal de tener un mercado cautivo y un posicionamiento de la marca. Es así como Dulce agonía nos permitió de manera seria conocer la dramática realidad que se vive en este país, donde hubo más de 75 mil amputaciones tan sólo en 2013 y en el sexenio de Felipe Calderón murieron más de 500 mil personas por enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar. La conformación y el crecimiento de nuestro equipo de trabajo nos ha vuelto un equipo plural, lo que nos permite colaborar con grupos y asociaciones civiles, y cubrir y realizar contenidos de forma independiente para dar voz y proyección a aquellos que no tienen cabida en los medios hegemónicos de comunicación. En varias ocasiones hemos dado acompañamiento visual y documental a movilizaciones como: Pos Me Salto, surgido a causa del alza de tarifa en el Metro; las manifestaciones del movimiento magisterial de la Sección 22 de Oaxaca; el movimiento de los 43 de Ayotzinapa; la Manifestación Anti-Fiesta Brava; la denuncia de asesinato de un menor en Ostula, Michoacán, y las protestas por el asesinato de cinco personas en un apartamento de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, entre otros movimientos. Este ejercicio de la producción audiovisual nos convierte en una productora plural y que ofrece una gama amplia en cuanto a su oferta creativa y en cuanto a sus contenidos, pero tratando siempre de mantener principios éticos que nos alejan laboralmente de corporaciones, partidos políticos y grupos religiosos, entre otros.
Medios independientes: manteniendo presión por la justicia en Ayotzinapa Sarah Kerr El 26 de septiembre marca el aniversario de la desaparición de 43 estudiantes normalistas del estado de Guerrero, en México. En julio de 2015, se llevó a cabo un encuentro de medios libres (https://medioslibresporayotzinapa.noblogs.org) en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero. Tras más de un año de sucedidos los hechos, la cobertura de los medios comerciales ha disminuido. La investigación del gobierno mexicano ha concluido que los estudiantes fueron secuestrados y asesinados por un grupo criminal que trabajaba bajo las órdenes de funcionarios locales con motivaciones políticas, una historia que tanto familiares de los estudiantes como una gran parte de la opinión pública mexicana encuentran sospechosa debido a las inconsistencias en la evidencia y en la cronología de los hechos. A inicios de septiembre de 2015, un grupo independiente de expertos enviado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo público el informe sobre el caso (http://media.wix.com/ugd/3a9f6f_007ea0656fc84f4b99465229305e44df.pdf). El equipo encontró que la investigación gubernamental perdió piezas de evidencia, falló en seguir líneas importantes y no incorporó pruebas científicas suficientes para fundamentar sus conclusiones. Desde el momento de la desaparición de los jóvenes mexicanos, los medios comerciales reprodujeron la versión gubernamental prácticamente sin cuestionamientos. Para el equipo de especialistas de la CIDH, es insostenible que los 43 normalistas fueran asesinados por un grupo de sicarios y sus restos incinerados en un basurero del municipio de Cocula, Guerrero. La magnitud y sofisticación de los ataques requirieron niveles complejos de comunicación, infraestructura y coordinación que no corresponden a los que poseen los grupos armados en la zona. No hay en Guerrero antecedentes de un operativo de esta magnitud ni en los asesinatos, ni en las desapariciones, ni en el ocultamiento de restos humanos en fosas. Alguien más, con más recursos, conocimiento y capacidad de actuar en el terreno tuvo que hacerse cargo de esa tarea. Los medios independientes han cubierto la historia de la mano de los familiares de los estudiantes desaparecidos, resaltando permanentemente la necesidad de investigar las diferentes responsabilidades estatales y en especial el vínculo con las fuerzas militares. Todos los niveles de policía, así como el Ejército, estuvieron informados en tiempo real y prácticamente de manera permanente sobre los hechos que ocurrían el 26 de septiembre de 2014. A pesar de ello, en ningún momento intervinieron para evitar que prosiguiera el ataque. Estos son apenas algunos elementos que muestran los déficits en la investigación, constatados por el grupo independiente enviado por la CIDH, y señalados en diversas ocasiones a través de la cobertura de los medios independientes (https://blog.witness.org/2015/04/seis-meses-despues-que-papel-tenia-el-video-en-el-movimiento-de-ayotzinapa). Los días 23, 24 y 25 de septiembre de 2015 se llevó a cabo una cobertura colectiva de medios libres e independientes (http://tejemedios.espora.org/) al cumplirse un año de sucedidos los hechos y de permanecer en la impunidad. La cobertura incluyó 43 horas de transmisión radial que acompañó el ayuno de familiares de los jóvenes desaparecidos en su exigencia por verdad y justicia. Este esfuerzo de los medios libres y comunitarios significa una acción más en la disputa por la memoria y verdad histórica de los hechos. Junto con otros fundamentales esfuerzos, como el Informe del grupo independiente enviado por la CIDH, van logrando que la apuesta gubernamental por enterrar los condenables hechos de Ayotzinapa no cumpla su cometido. Dos grupos que participaron en el encuentro de medios libres en Ayotzinapa, Cacto Producciones (México) y Prensa OPAL (Chile), produjeron el siguiente video: México: a un año de la desaparición de lo 43 estudiantes de Ayotzinapa (https://www.facebook.com/prensaopal/videos/888249064597707). Liga al video: https://youtu.be/mQkJWjPSg-I
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