Se están explorando nuevas alternativas para que disminuya la violencia en Acapulco y para esta temporada vacacional está garantizada la seguridad de los turistas, afirmó el jefe de la División de Gendarmería, Manelich Castilla Cravioto.

Al concluir su participación en un foro sobre seguridad y economía, organizado por la Universidad Panamericana, el jefe policiaco resaltó que en el puerto de Acapulco y las colonias que conforman el municipio el fenómeno de la violencia está explicado por la atomización de las células delictivas y el desmembramiento de grupos criminales.

Aunque particularizó en el cártel Independiente de Acapulco, señaló que existen otros grupos delictivos que se han visto afectados por las labores de la Gendarmería y de otras instituciones que participan en el operativo conjunto, como son el Ejército Mexicano y la Secretaría de Marina Armada de México.

Aseguró que se han asestado fuertes golpes a las bandas que generan violencia por la disputa de los liderazgos, que han concluido en la detención de los líderes de los grupos.

Señaló que las acciones de las autoridades federales y estatales y el uso de tecnología de punta en todos las zonas donde la delincuencia han generado problemas ha permitido desarticular diversas organizaciones criminales, lo que ha incluido el uso de aviones no tripulados, equipos y transportes especializados y mecanismos de análisis de información.

En el caso de la ciudad de Acapulco, dijo, seguiremos trabajando hasta que haya una percepción de seguridad y disminuya la violencia.

Durante su ponencia, Castilla Cravioto señaló que en 2007 (sin mencionar la llamada guerra contra el narcotráfico que se inició en el sexenio de Felipe Calerón) hubo un incremento de la violencia en diversas regiones del país ya que los grupos criminales modificaron sus operaciones y ampliaron lo que denominó su portafolio delictivo.

Sostuvo que desde 2007 el crimen organizado incrementó la distribución de drogas en el ámbito nacional porque se empiezan a hacer más pequeños los espacio para traficar droga, y “la detención de los principales líderes (de los cárteles) generó vacíos de poder y detonaron en pugnas muy violentas por el control territorial y por hacerse de las actividades criminales, lo que derivó en delitos de alto impacto como robo con violencia, secuestro y homicidio”.