Ginebra.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció que cada año mueren en el mundo al menos 12.6 millones de personas a causa de la insalubridad del medio ambiente, casi una cuarta parte del total de fallecimientos.

En un boletín, el organismo destacó que los principales factores de riesgo ambientales para la humanidad son: la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos y a la radiación ultravioleta, así como el cambio climático.

La mayor parte de las muertes por factores ambientales se deben a enfermedades no transmisibles, según la segunda edición del informe Ambientes saludables y prevención de enfermedades: hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente.

Desde la primera edición, publicada hace una década, las defunciones por enfermedades no transmisibles que pueden atribuirse a la contaminación del aire (incluida la exposición al humo ajeno) han aumentado a 8.2 millones de decesos.

Las enfermedades no transmisibles, como los accidentes cerebrovasculares, los cánceres y las neumopatías crónicas, constituyen casi dos terceras partes del total de muertes causadas por la insalubridad del medio ambiente, destacó.

En ese mismo periodo se han reducido las muertes por enfermedades infecciosas, como la diarrea y el paludismo, con frecuencia vinculadas a deficiencias en el suministro de agua, el saneamiento y la gestión de los desechos.

A esa disminución ha contribuido en gran medida la mejora del acceso al agua potable y el saneamiento, así como a la inmunización y a medicamentos esenciales.

Un ambiente sano es la base de la salud en la población, destacó la directora general de la OMS, Margaret Chan, tras exhortar a la comunidad internacional a adoptar medidas para mejorar el ambiente y evitar el fallecimiento prematuro de millones de personas.

Es urgente invertir en estrategias que reduzcan los riesgos ambientales, indicó María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de Salud de la OMS.

Los más afectados son los niños menores de cinco años de edad, debido principalmente a infecciones de las vías respiratorias inferiores y las enfermedades diarreicas, y las personas mayores, entre los 50 y 75 años, por enfermedades no transmisibles.

Por regiones, los países de ingresos bajos y medianos de Asia sudoriental y del Pacífico occidental tienen la mayor carga de morbilidad vinculada al ambiente.