En una protesta, integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria exigieron a las cadenas de comida rápida utilizar carne libre de antibióticos. Frente a la sucursal de McDonald’s en la calle Madero del Centro Histórico, explicaron que las bacterias que atacan a los animales hacinados en granjas, y que se hicieron inmunes al fármaco, se transmiten a las personas mediante cárnicos contaminados.

De continuar aplicándolos a los alimentos, las muertes por resistencia a los antibióticos llegarán a 10 millones por año en 2050 a escala mundial, alertaron los activistas. En México, el consumo de pollo y res se incrementó de 23 kilos anuales en 1970 a 63 en 2013, informó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor (EPC).

El uso excesivo de antibióticos ha provocado que los microbios se vuelvan resistentes, y en las granjas y rastros los usan comúnmente para aliviar las enfermedades provocadas por la aglomeración y las malas condiciones en las que tienen a los animales, explicó Calvillo en el mitin. En 2010 la industria ganadera los suministró en más 63 mil 200 toneladas de carne, y se prevé que para 2030 serán 105 mil 600 toneladas, de acuerdo con información de EPC.

Si no se toman medidas urgentes podríamos encarar un futuro en el que las infecciones comunes y las lesiones menores vuelvan a causar muertes, advirtió Calvillo.

En el país, el mercado de cárnicos está liderado por las empresas Bachoco y Pilgrims’s Pride. La primera monopoliza la producción de huevo y la segunda es la principal proveedora de Kentucky Fried Chicken (KFC) en Latinoamérica.

Así que el llamado también es a esas empresas para que ya no utilicen esas sustancias en los animales que vamos a comer, apuntó.

Asimismo, es un exhorto a los legisladores para que regulen esta situación, pues hasta ahora no hay ninguna ley o norma que lo impida, sostuvo. Deben comenzar desde evitar que los animales vivan en esas condiciones de confinamiento y maltrato, pues son más susceptibles a enfermar, agregó.