Punto de partida es el primer disco de la cantautora y violinista
Se combinaron elementos folk, ritmos mexicanos y un poquito de armonía cubana y brasileña, pero sin perder el estilo musical, afirma Amanda TovalínFoto cortesía de la artista
Lunes 14 de marzo de 2016, p. a13
El jazz es un género para guerreros. Hay que ser valiente, sobre todo en nuestro país, donde, aunque hay mucho talento, la mayoría pasa desapercibido. Admito que le hace falta más popularidad, es un factor mundial; evidentemente no es de lo más escuchado
.
Esto opina la cantante mexicana Amanda Tovalín, poseedora de una voz rítmica y suave, quien está de manteles largos: presentó su primer material discográfico, Punto de partida.
No obstante, admite en el terreno del jazz el escenario está creciendo; hace 10 años no existía el número de clubes que hay actualmente, a la par aumenta un auditorio de jóvenes menores de 30 años, interesados en el género; pienso que es importante que como músicos propongamos nuevos espacios de difusión
.
Promesa de que habá más cosas de calidad
En charla con La Jornada la también violinista, originaria de la Ciudad de México, señala que el nombre del disco, el cual incluye nueve canciones, se le ocurrió porque este nuevo proyecto, con el que hago mi debut, es una promesa al público de que vendrán más cosas buenas y de calidad. Con él tuve que partir de mí misma y explicar quién soy y qué toco
.
El álbum incluye mezclas de jazz-fusión en las que se combinaron elementos folk, ritmos mexicanos y un poquito de armonía cubana y brasileña, pero sin perder el estilo musical
, precisa.
Tovalin considera que este género demanda más penetración entre el auditorio juvenil.
La discografía cuenta con la participación de reconocidos músico, entre ellos la compositora y cantante Iraida Noriega, el pianista Álex Mercado, el contrabajista Agustín Bernal, quienes además colaboraron en la dirección musical, entre otros.
Punto de partida consta de nueve tracks: seis son originales, un rémix y dos arreglos: En el río, de la banda española Vetusta Morla, y Cactus de Gustavo Cerati. Con estas dos últimas piezas quise hacer un tributo a los artistas originales, mantener su esencia, pero a la vez abordarla en otra vertiente musical
.
Respecto del apoyo que ha recibido, dice: “Afortunadamente, he contado con mucho patrocinio y la propuesta le ha gustado a la gente; también he tenido la oportunidad de viajar a varios lugares y ahí la llevo, pero, honestamente, vaya que ha costado trabajo.
Es un disco que me deja la sensación de mucha gratitud, pero al mismo tiempo me deja como a cualquier maratonista después de haber corrido una carrera de varios kilómetros. Fue casi año y medio de preparación. Tuvo que pasar por muchas mutaciones, cambios y borradores
.
Sobre los arreglos originales, indica: Quise que se viera reflejada mi honestidad en las composiciones, traté de expresar lo que significa para mí ser latinoamericano en un contexto contemporáneo
.
La música corre por sus venas y a través de ella ha logrado alcanzar un sueño. La ventaja del jazz es que nos da la oportunidad de improvisar, cosa que disfruto mucho
, puntualiza.