La ocupación por vivienda en la Ciudad de México ha disminuido paulatinamente, al pasar de 4.6 habitantes por unidad en promedio en 1990 a 3.4 en 2015, e incluso 10 por ciento de integrantes de la población económicamente activa (PEA) han optado por vivir solos, señaló el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) capitalina, Felipe de Jesús Gutiérrez Gutiérrez.

Es un fenómeno un poco atípico para nuestra ciudad, que tradicionalmente se ha formado en alguna época con familias extensas, hoy con familias nucleares, pero ya se empieza a dar este fenómeno de quien decide vivir solo, refirió.

Dijo que si bien se está lejos de alcanzar niveles de otras ciudades, como Roma, donde 60 por ciento de personas viven solas, lo cierto es que es una tendencia que ya se está presentado en la capital del país.

Por otra parte, agregó, 70 por ciento de la población capitalina se encuentra en edad productiva, es decir, entre 15 y 64 años; todo esto genera una fuerte demanda no sólo de vivienda, infraestructura y servicios urbanos, sino de empleo, lo que causa presión.

Ante autoridades y representantes de distintas ciudades del mundo y en el contexto de lo que será la reunión ONU-Hábitat sobre desarrollo urbano, a realizarse este año en Quito, Ecuador, Gutiérrez Gutiérrez explicó que para atender estas necesidades el Gobierno de la Ciudad de México ha optado por establecer alianzas con la iniciativa privada para llevar a cabo distintos proyectos.

De esta manera, se han concretado proyectos como el Metrobús, en el que gobierno se encarga de la infraestructura y equipamiento necesarios –carriles confinados y estaciones–, mientras empresas privadas aportan los vehículos, por lo que obtienen una parte de las ganancias que deja este sistema de transporte.

Otro ejemplo son los centros de Transferencia Modal, en los que la autoridad aporta los predios para el desarrollo de los proyectos que permita reordenar el transporte público que llega a esas zonas, así como el rescate del espacio público.

En este caso, la ejecución de las obras es financiada en su totalidad con inversión privada a cambio de compartir la potencialidad con equipamiento que lo haga rentable, es decir, la generación de espacios comerciales que son explotados por el particular, esquema similar al que se maneja en la recuperación de bajopuentes.

Otro esquema que resaltó el secretario son los llamados sistemas de actuación por cooperación para el reordenamiento de zonas como Granadas, Doctores-Buenos Aires y Tacubaya, con los que se busca que las empresas que deseen participar en el desarrollo de esos polígonos.