Chaco Giménez y el portero Christian Campestrini escribieron la historia que concluyó con empate 1-1 y que hizo salir del partido con sabor amargo a los Cementeros, porque en el último minuto Matías Vuoso erró un penal. El portero del Puebla, quien tuvo excelentes intervenciones, atajó el envío y se vistió de luces.

Cuando el tedio y el calor sofocante aletargaban a la tribuna, apareció el estallido de euforia tras la genialidad de Giménez. Al minuto 37 recibió un pase de Jorge Benítez, se cosió el balón a los pies y con un par de quiebres en espacio corto rompió la cintura a los defensas Carlos Gutiérrez y Édgar Dueñas.

El Chaco tiró a gol, Campestrini recostó y se disponía a contener, pero no contó con el desvío con el pie de Patricio Araujo, quien lo desarmó y permitió el 1-0 que el jugador celeste festejó con enjundia.

Fue la anotación que valió el boleto y recompensó a la afición que hizo buena entrada en el estadio Azul, sin duda entusiasmada por la buena marcha de su equipo.

Antes, las emociones fueron contadas y la única figura sobresaliente había sido la de Campestrini, quien tuvo su primera exigencia al minuto ocho, en un mano a mano con Benítez. Las amenazas de Joffre Guerrón quedaron sólo en eso y al minuto 30 aisladas silbatinas reprobaron el espectáculo.

Para el segundo tiempo el técnico Pablo Marini hizo dos cambios al minuto 46: Christian Valdez dejó su lugar a Carlos Orrantia y Damián Escudero salió por el ex cementero Jerónimo Amione.

Al 49 Matías Alustiza aplicó una media vuelta y sacó una ráfaga que pasó por encima del larguero. Un par de minutos después Amione obligó al guardameta Jesús Corona a una gran estirada para contener su tiro.

Sin embargo, Cruz Azul recuperó la iniciativa, hizo nuevos avances, aunque sin mucha convicción. Al minuto 54 el español Víctor Vázquez exhibió su fino toque y mandó el balón al ángulo superior derecho, pero Campestrini voló para desviar.

Y si los Camoteros tuvieron su fortaleza en el espigado guardameta argentino, Cruz Azul no se quedó atrás porque Corona también demostró calidad.

Los Cementeros cantaron victoria antes de tiempo. Al minuto 70 el Chaco salió casi arrastrando los pies, fatigado, pero en medio de una gran ovación de un público que lo venera. Al campo entró el también veterano Matías Vuoso.

Alustiza aprovechó la distracción y segundos después recibió el balón de espaldas al marco en la media luna, giró sobre su eje y encajó la pelota pegada al poste derecho. Corona se lanzó inútilmente y una diminuta porra poblana celebró el 1-1.

Marini adelantó filas y en la recta final su equipo tuvo dos buenas opciones en los botines de Alustiza y del Charal Orrantia. La banca de la franja vivió al límite de los nervios los minutos finales, como esperando que cayera el gol del triunfo.

Al 83 de acción el técnico local, Tomás Boy, determinó el ingreso de Víctor Zúñiga por Guerrón, a quien el público despidió entre silbidos. Zúñiga se sumó al ataque y al 89 el silbante Fernando Hernández marcó polémico penal ante una salida de Campestrini en la que cayó Zúñiga.

Por reclamos fue expulsado el Pitu Cejas y al cobro fue Vuoso, quien tiró a la izquierda; Campestrini se lanzó correctamente y atajó el tiro para preservar el empate que dejó con 15 puntos a los locales y 14 a la visita tras 10 fechas.

Marini comentó que habría sido injusto un triunfo de La Máquina, pero con la igualada nos vamos tranquilos con el punto y el esfuerzo.

Reconoció que su equipo sufrió durante la primera mitad, pero en el complemento tuvimos más control del juego y más oportunidades, y festejó que Alustiza ya es el máximo anotador del Puebla en torneos cortos. Dijo que tienen un portero de mucha jerarquía.

Campestrini comentó que en el penal la pelota iba hacia la Plaza de Toros, pero hubo justicia divina. Fue una jugada desafortunada, era una picardía (del rival), pero rechazó ser el héroe porque todo el equipo se aplicó.

Boy reconoció que el resultado fue justo y lamentó las opciones falladas durante el primer tiempo. Admitió que su plantel no entró bien en el segundo periodo.

Defendió a Vuoso por el penal errado, pues sólo falla el que tira, aunque aceptó que hay problemas porque Guerrón y Benítez también ya fallaron desde los once pasos. Chaco es el cobrador oficial pero no juega los 90 minutos.

Por último exhortó a aprovechar la buena vibra que envía el público.

Giménez admitió que jugaron mal, pero aseguró que ya hicieron un examen de conciencia para reconocer sus errores.