Se prescriben dos veces más de lo necesario, alerta experto
Sábado 12 de marzo de 2016, p. 29
Recetar y consumir antibióticos no debe tomarse a la ligera, aconsejó ayer el investigador en antimicrobianos Barry Eisenstein. Se prescriben dos veces más de lo necesario, dañan la flora intestinal, están asociados a la obesidad y depresión y cada vez se vuelven menos efectivos contra las bacterias, advirtió el especialista estadunidense.
Las infecciones son la segunda causa de muerte en el mundo y los microbios que las provocan han evolucionado al punto que los fármacos con los que se solía contrarrestarlos se han vuelto ineficaces
, explicó en conferencia de prensa.
La resistencia a los antibióticos mata a más de 700 mil al año a escala global. Pero de seguir esa tendencia, en 2050 esa cifra se podría elevar a 10 millones, y fallecerían más pacientes por esa causa que por cáncer. Los costos serían de miles de millones de dólares, aseveró en ese acto organizado por la Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMSP).
No hay lugar en el mundo que se salve
, sostuvo. Añadió que casi no nos quedan antibióticos
: medicamentos como la ampicilina o la cefalosporina van actuando menos ante bacterias que se vuelven más fuertes. Ante ese panorama, cada vez con mayor frecuencia los pacientes deberán ser hospitalizados, por ejemplo por infecciones urinarias.
Pero los hospitales no son lugares seguros. Es inevitable
que en los nosocomios se contraigan otras infecciones que pueden poner en riesgo la vida de los pacientes, agregó Miguel Lombera González, presidente de la SMSP.
En suma, los antibióticos están haciendo más mal que bien
, insistió Eisenstein, pues además barren con las bacterias necesarias para nuestro organismo. Tenemos 10 veces más microbios que células, apuntó. Desarrollar un medicamento como ésos tarda más de 10 años y puede llegar a costar más de mil millones de dólares.
Tras lamentar que no existan organizaciones de la sociedad civil enfocadas en desincentivar el uso de antibióticos, indicó que es indispensable que los médicos realicen un buen y rápido diagnóstico, a fin de saber si el paciente los necesita, mientras la sociedad no debe creer que lo mejor es que se los receten
.