Viernes 11 de marzo de 2016, p. 32
Retrasos para llegar a sus centros de trabajo o fallas en el suministro de energía eléctrica fueron algunas de las mayores afectaciones que sufrieron habitantes de la Ciudad de México a consecuencia de las ráfagas de viento y lluvia registradas en los días recientes en la metrópoli. Los entrevistados refirieron que se incrementó el tiempo de traslado hacia sus trabajos. Otros, como Ana Karen Hernández, evitaron salir de sus casas a hacer ejercicio
o ir de compras
.
Joaquín Dionisio Núñez, ingeniero de servicio: Llegué tarde a mi trabajo. Hubo enorme congestión vehicular, incluso en el transporte. Tuve que pasar por varios lados donde había árboles tirados y ramas. También había pedazos de madera, de material de construcción. Y sí, retrasa a la gente para llegar a sus trabajos y es una inseguridad para los niños. Vivo en la delegación Álvaro Obregón y siempre voy a la Benito Juárez. A mi trabajo hago como unos 35 minutos, pero hice una hora porque había mucho tránsito, (pues) había un árbol que obstruía una de las calles, así que tuvimos que tomar una vía alterna.
Iván Yezca, modelo y vecino de la delegación Benito Juárez: Son los cambios climáticos que estamos produciendo últimamente. En particular a mí, por suerte, no me pasó nada. Lo único que me sucedió es que se cortó la luz por unos minutos, el miércoles por la noche. En la labor cotidiana, casi nada, porque como estoy siempre en una oficina, en particular no me afectó. Para llegar (al trabajo) porque se satura un poco el transporte, llegué un poco sobre la hora. Habitualmente hago 30 minutos, 40, y ayer hice una hora y pico, de aquí (Benito Juárez) hacia Polanco. Hoy por suerte me trasladé bien de ida y vuelta.”
Ana Karen Monroy Sánchez, dentista: Simplemente, no pude salir. Acostumbro ir todos los días a correr, hacer ejercicio y ayer no pude. Hoy tampoco. Hace muchísimo frío. Se supone que ahorita debe hacer calor; es casi primavera y hace frío. Ahora tenemos que cambiar las fechas y sacar otra vez la ropa de frío que ya se había guardado. Ni siquiera salí a comer; tuve que hacerlo en la casa, por la lluvia y el frío. Iba a ir de compras y no fui, por el viento, ya que corrías peligro de que te cayera un anuncio en la cabeza.
Cristina Paredes, sicóloga: A mí me afectó bastante. Para empezar, por la lluvia el tránsito vehicular se detiene bastante. Vivo en Coyoacán y el trayecto a Canal de Miramontes y calzada de Las Bombas estuvo terrible; hice el doble de tiempo, de 25 minutos hice 45. No tomé ninguna previsión, ya que no sabía; lo único que veía eran los efectos del viento, pero pensé que no me iba a afectar. Para llevar a mi hija al colegio se duplicó el tiempo de traslado y no la llevé a su clase de inglés. Y hoy (ayer), como suspendieron clases, disminuyó 50 por ciento el tránsito; estuvo más fluido.