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El mal tiempo obligó a los habitantes de la capital a reducir al mínimo sus actividades
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de marzo de 2016, p. 31

Cierre de calles y avenidas por la caída de árboles o el retiro de espectaculares, así como apagones intermitentes, se vivieron ayer a causa de las fuertes ráfagas de viento que se registraron en la Ciudad de México, donde de manera inusual sus habitantes redujeron al mínimo sus actividades cotidianas.

La disposición de las autoridades educativas de suspender las clases en escuelas públicas y privadas de educación básica ocasionó que desde la mañana las calles lucieran con poco tránsito, mientras parques, deportivos, centros comerciales y restaurantes se encontraron semivacíos.

De acuerdo con reportes de la Comisión Federal de Electricidad, 200 mil usuarios resultaron afectados por las fallas en el servicio en las 16 delegaciones, pero sobre todo las del sur de la ciudad, debido a la caída de árboles sobre cables y transformadores.

En el transcurso del día, por medio de las redes sociales, los capitalinos daban los pormenores con de fotografías de los estragos ocasionados por el frío vendaval, que dejó a su paso el derrumbe de árboles, luminarias, bardas, estructuras y techos.

Por esta vía circuló la especie de que era tal el desastre que se vivía que se declaraba a la ciudad de México en contingencia grado cinco, por lo que se recomendaba a la población no salir de sus casas y extremar precauciones; incluso se advertía de pánico social, lo que de inmediato fue desmentido por las autoridades.

Además del despliegue de cuadrillas de trabajadores para atender el retiro de árboles y espectaculares, principalmente, algunas delegaciones, como Gustavo A. Madero y Cuajimalpa, habilitaron albergues temporales para atender a la población que así lo requiriera.

En Cuajimalpa, las mayores afectaciones se reportaron en las partes altas, como Las Cruces, Cola de Pato y La Pila. En esta delegación, los deportivos sufrieron algunos daños en el domo de un gimnasio y techo de una alberca, por lo que se suspendieron las actividades, y en dos escuelas primarias cayeron ramas y árboles.

En Iztapalapa se instaló un centro de operaciones de emergencias que atendió 100 eventos, retiro de árboles, cables, postes y estructuras.