Belgrado.

La ruta de los Balcanes quedó cerrada este miércoles después de que Macedonia, Eslovenia y Serbia decidieron no dejar pasar más refugiados hacia sus territorios, lo que aumenta el riesgo de una crisis humana en Grecia, donde cerca de 36 mil inmigrantes se encuentran varados en su camino hacia Europa.

El Ministerio del Interior de Eslovenia informó que a partir del primer minuto de este miércoles sólo permitirá el ingreso de personas con visa. La ruta (de los Balcanes) para la inmigración clandestina ya no existe, declaró el primer ministro Miro Cerar, quien aclaró que su país garantizará en el futuro asilo a sólo 40 o 50 personas al mes.

Serbia reaccionó de manera similar al anunciar medidas parecidas en su frontera con Macedonia y Bulgaria; Croacia actuó del mismo modo y Macedonia siguió los pasos del grupo al cerrar oficialmente el paso a todas las personas que no posean pasaporte, dos días después de que comenzó a impedir la entrada de refugiados.

El cierre aumenta el riesgo de que estalle una crisis humana en Grecia, donde más de 36 mil migrantes están varados. Alrededor de 13 mil se encuentran en Idomeni, en la frontera con Macedonia, en condiciones infrahumanas.

Unas 500 personas, la mayoría procedentes de Afganistán, se manifestaron en Atenas para pedir la reapertura de la ruta de los Balcanes. Abran la frontera, gritaban migrantes.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, criticó el cierre y consideró que no es la solución, pero el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró que no fue cuestión de acciones unilaterales, sino de una decisión común de los 28 países de la Unión Europea.