Directores y profesores de educación básica alertaron sobre el riesgo de que la nueva estrategia de formación docente y acompañamiento de los mentores evaluados acabe como una más de las simulaciones en que suele incurrir el gobierno federal cuando promete que fortalecerá la capacitación de los maestros.

En entrevista por separado indicaron que en las escuelas no hay tutores suficientes para acompañar y guiar a los maestros de nuevo ingreso, mucho menos podrán alcanzar para asesorar a quienes obtuvieron resultado insuficiente en la evaluación del desempeño, aunque sin importar el resultado se menciona un asesoramiento, pero quién va a realizar esta labor.

Maestros frente a grupo y directores de primaria y telesecundaria del estado de México y Distrito Federal recordaron que no es la primera vez que el gobierno federal anuncia su compromiso de ofrecer capacitación de calidad a los educadores.

En 1992, cuando se firmo el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación, se nos prometió una capacitación profesional mediante el programa Carrera Magisterial, pero 20 años después tuvieron que reconocer que esta estrategia fracasó porque la ataron a los beneficios salariales que se podían alcanzar a través de los niveles de carrera y de los exámenes nacionales, señaló Pedro Ramírez Vázquez, integrante del magisterio mexiquense.

Se convirtió, agregó, en una búsqueda de puntos para tener un mejor ingreso, pero esto no tuvo un impacto en el aula. Ahora se nos dice que habrá un menú de cursos, que cada uno podrá elegir, que sumaremos créditos para alcanzar diplomados, especialidades y hasta posgrados, pero se trata de una estrategia que tiene implícita una amenaza, será obligatoria y el que no acuda nuevamente incumple una normatividad que nos puede costar el empleo”.

Francisco Bravo, director de educación primaria y docente con más de 25 años de servicio, consideró que la nueva estrategia de formación continua de docentes, anunciada el pasado lunes por el secretario Aurelio Nuño, se crea bajo la misma visión con la que se busca imponer la reforma educativa.

Explicó que no se trata de convencer a los maestros de que se capaciten y amplíen sus conocimientos para que tengan mejores resultados en el aprendizaje de sus alumnos, sino que hay una cultura de la amenaza, porque ahora se va a capacitar, pero para que pasen un examen de evaluación y sepan cómo usar correctamente los instrumentos de examinación.

Pedro Hernández, director de primaria en la delegación Iztapalapa e integrante del magisterio disidente, recordó que más de la mitad de los maestros de la Ciudad de México tienen licenciatura, y muchos han cursado más de una carrera universitaria y estudios de posgrados gracias a un esfuerzo personal y con sus propios recursos.

Pese a ello, dijo, no se reconoce este esfuerzo, y primero se sanciona, como ejemplo para todo el magisterio, a 3 mil 360 compañeros que no se evaluaron, para luego convocarnos a todos a que acudamos a capacitarnos.