La comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ‘‘ya está harta’’ de la ocupación ilícita del auditorio Justo Sierra, por lo que es hora de que quienes lo mantienen tomado ‘‘se vayan’’, ya que se trata de un espacio que corresponde a todos los universitarios, aseveró el rector de la casa de estudios, Enrique Graue Wiechers.

También manifestó su indignación al enterarse de que una juez federal reclasificó el delito que permitiría la eventual libertad bajo fianza de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, El Yorch, integrante del grupo que mantiene la ocupación del auditorio, quien había sido acusado de narcomenudeo.

En entrevista tras la entrega del reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz a 82 destacadas académicas, Graue se refirió una vez más a la toma del recinto –conocido por la mayoría de la comunidad como Che Guevara–, que fue ocupado en septiembre de 2000 por diversos colectivos estudiantiles y sociales, pero desde que el grupo Okupa Che lo tiene bajo su control (al menos desde hace dos años) no está abierto a la comunidad.

‘‘Lo que se ha vivido entre la comunidad es la manifestación de indignación ante los hechos. Estamos procurando, de una manera u otra, poder tener contacto con ellos (los ocupantes) y manifestarles que ya fue suficiente, que es hora de que se vayan (…) Creo que la comunidad ya está harta de esa situación, está cansada de tener a unos ocupantes en un espacio universitario que no les corresponde’’, enfatizó.

Interrogado en torno a la posible liberación bajo caución de El Yorch –detenido por agentes federales en las inmediaciones de Ciudad Universitaria el pasado 24 de febrero–, el rector subrayó:

‘‘La presentación de cargos no es algo que la universidad haga. Estoy indignado de que con lo que cargaba encima sea considerado un delito menor, pero esto es realmente un problema de la Procuraduría General de la República (PGR). Y sí, estamos sentidos por eso. No me parece razonable que con 50 grapas, 300 gramos de mariguana, (sólo) sea portador para uso personal’’.

El lunes, la PGR informó que se acusó a El Yorch de delitos contra la salud en su modalidad de posesión de estupefacientes con fines de venta, considerado grave; pero la juez décimoprimera de distrito de procesos penales federales en la Ciudad de México, Rosa María Cervantes Mejía, reclasificó el delito como posesión simple de drogas, que no es grave, por lo que podría ser liberado bajo fianza.

El rector informó que su administración trabaja en el diseño de una estrategia para la liberación del auditorio, que pueda ir acompañada del apoyo de la comunidad en su conjunto.

Entrevistado por separado al concluir la ceremonia, el líder del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez, refirió que el gremio a su cargo decidió pronunciarse por la devolución del auditorio. ‘‘Es hora de que quienes están en posesión ilegal e ilegítima del Che Guevara lo entreguen a las autoridades universitarias para que la comunidad pueda hacer uso de ese local’’.

Añadió que los jóvenes que tomaron hace más de 15 años ese recinto ‘‘ya no existen como estudiantes’’, por lo que muchos de quienes están ahí ni siquiera tienen un vínculo con la UNAM. Los sindicalizados –señaló– no apoyarán ninguna acción ‘‘represiva’’ para la recuperación, sino se inclinan por el diálogo.