También piden el cese de los feminicidios; fueron asesinadas más de 4 mil entre 2014 y 2015
Las movilizaciones de ambientalistas y feministas se extienden a Nicaragua y El Salvador
El mexicano que resultó herido denuncia que las autoridades alteraron la escena del crimen
Miércoles 9 de marzo de 2016, p. 22
Tegucigalpa.
Berta Cáceres, la ambientalista asesinada la semana pasada en Honduras, se convirtió en la principal figura de denuncia en las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer, que este martes se realizaron no sólo en su país, sino en Nicaragua y El Salvador.
Centenares de mujeres de diversas organizaciones feministas y ambientalistas marcharon en Tegucigalpa y otras ciudades hondureñas para exigir justicia por el asesinato de la dirigente indígena, y para que una comisión internacional investigue a la empresa Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima (DESA) por el asesinato de Cáceres.
El gobierno tiene que investigar el asesinato y a DESA porque es la empresa que amenazaba a Berta
como coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares a Indígenas de Honduras (Copinh), afirmó Suraya Martínez, del Centro de Estudios de la Mujer.
Cáceres fue asesinada el 3 de marzo en la ciudad de La Esperanza por encapuchados que entraron a su vivienda en una acción en la que resultó herido el mexicano Gustavo Castro. Está claro quiénes eran los que amenazaban a Berta por defender el río Gualcarque, pero la investigación tiene que ser de una comisión internacional porque el gobierno lo que ha hecho es criminalizarla y tratar de ocultar a los culpables
, denunció Martínez.
Al momento del asesinato, Cáceres libraba una batalla contra un proyecto de DESA de construir una hidroeléctrica sobre el río Gualcarque, que alimenta de agua a comunidades indígenas.
Integrantes de diferentes organizaciones feministas se reunieron frente a la casa presidencial y marcharon hacia el Congreso, donde exigieron a los diputados que declaren el río Gualcarque patrimonio nacional para que nadie ambicione sus aguas, como DESA y Sinohydro (empresa china)
, que han pretendido construir una hidroléctrica en el afluente.
Las organizaciones clamaron también por el cese de los feminicidios. Un total de 4 mil 18 mujeres fueron asesinadas en el país entre 2014 y 2015, y 96 por ciento de los casos están en la impunidad, indicaron.
En Nicaragua, la figura de Berta Cáceres fue eje de las marchas y protestas con ocasión del Día Internacional de la Mujer. Unas 400 personas recorrieron el centro de Managua para pedir justicia
para la activista hondureña y el cese de toda forma de violencia contra las mujeres, mientras en El Salvador cerca de un millar de manifestantes rindieron tributo a la memoria de la hondureña.
En este contexto, el activista mexicano Gustavo Castro Soto, testigo del asesinato de Cáceres, denunció en una carta que autoridades hondureñas alteraron la escena del crimen mientras estaba detenido y aseguró que los asesinos siguen libres.
Castro Soto acusó que el gobierno pretende presentar ante la opinión pública que el asesinato de Berta se debió a conflictos internos, cuando hay demandas contra quienes la habían querido asesinar, vinculando a la empresa hidroeléctrica protegida por el Estado
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El mexicano, que fue detenido el sábado cuando pretendía regresar a su país, con el argumento de que tenía que testificar, alegó que las amenazas son cosa que el gobierno hondureño no quiere ver e intenta retenerme para controlar la información de mis declaraciones
. Más datos sobre Cáceres y Castro puede consultarse en el portal otrosmundoschiapas.org.
Amnistía Internacional denunció fallas en la investigación del asesinato de Cáceres, y criticó las medidas a las que es sometido Castro Soto, cuya vida, dijo, corre peligro porque no existen condiciones para garantizar su seguridad
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