La combinación de caída en el precio del petróleo, volatilidad cambiaria y expectativa de un menor crecimiento ha vuelto más evidente la disparidad en el desempeño económico del país. Hay que ver qué carambas está pasando en el sur, en los estados petroleros, dice Héctor Grisi Checa, presidente ejecutivo y director general de Santander México.

Estamos viviendo una estructura de dos o tres Méxicos. Un México boyante, creciendo al 6 o 7 por ciento; otro México, en el centro, que crece a tasas menores pero sostenidas; y un México en los estados petroleros de Campeche, Tabasco, Veracruz decreciendo a tasas importantes, de 3 o 4 por ciento, e inclusive un estado con menos 5 por ciento, advierte.

La gente en México es bastante sensible a la situación económica y social porque ya ha vivido varias. En el momento que siente que las cosas se mueven, deja de gastar, se cubre, dice en una entrevista con La Jornada a propósito de la 79 Convención bancaria, que se realiza esta semana.

–Han pasado poco más de tres meses de que está al frente de la dirección de Santander México. Cuál es el panorama que tiene de lo que es hoy Santander y hacia dónde piensa que debe dirigirse el banco en los siguientes años.

–Encontré una muy buena institución con una gran plataforma. No es que llegué a arreglar o componer y eso hace mucho más difícil el reto. Es siempre un reto más interesante hacer algo mejor y llevar la institución al siguiente nivel.

–¿Cuál es ese siguiente nivel?

–Que los clientes que ya tiene el banco, y que los jaló por algún producto, ahora se vinculen más ampliamente a la institución. Que vean a Santander como su primera opción, que quieran tener su nómina con nosotros por la cantidad de servicios que obtienen, que si quieren una tarjeta de crédito, domiciliar servicios o tener una hipoteca, que todo sea con nosotros.

–La situación económica, como se presenta, ¿es propicia para que Santander mantenga el crecimiento que ha tenido en los últimos años?

–Un banco con esta participación de mercado (en torno a 15 por ciento del total de activos del sistema a diciembre de 2015) va íntimamente ligado a lo que sucede en la economía. Los bancos siempre van a crecer a una mayor velocidad de lo que crece la economía. Y cuando la economía va para el otro lado, también decrecen a una mayor velocidad. Esa es una realidad. Entonces, mientras la economía siga estando tan dinámica, los bancos vamos a seguir creciendo.

Héctor Grisi añade: no es lo mismo crecer con una base de clientes como la de hace cinco años que la actual, dado que, al ser mayor el número de usuarios, las tasas de incremento de la cartera también se moderan. Ahora, lo que sí es un hecho es que sí vemos una respuesta importante en la clase media. Sentimos que la clase media está creciendo y tiene más dinero. Gente que antes no los utilizaba, está empezando a usar servicios bancarios, está empezando a consumir, está empezando a haber cosas que antes no veíamos, dice.

Menciona una reciente reunión que sostuvo con un cliente del banco que lleva el proyecto de un centro comercial en Chimalhuacán, zona populosa del estado de México, de un millón 400 mil habitantes. Hacen un centro comercial, le meten un Liverpool, un Sears, y está lleno de gente consumiendo. Ya tienen una capacidad de compra de ese tamaño. Entonces, vamos a tener que comenzar a atacar esos sectores y esos lugares. En México hay un beneficio para esas clases dado por la estabilidad.

Inquietud por el tipo de cambio

–Tomar un crédito es una decisión basada en expectativas. Con lo ocurrido en los últimos meses, ¿cómo ve la expectativa de las personas?

–Vimos que se detuvo un poquito la parte hipotecaria. Creo que fue un poquito por la inestabilidad del tipo de cambio que también los vendedores se detuvieron un poco, sobre todo en el sector en el que participa Santander, que es vivienda media alta y alta. Creo que la gente estaba un poquito expectante con el tipo de cambio. Ya se recuperó hacia el final de mes (febrero), como que se estabilizaron las cosas y las transacciones empezaron a jalar. En consumo siguió creciendo. Y la gente siguió teniendo confianza para gastar y para consumir.

Dinamismo jijo de la matraca

–¿Advierte un deterioro de expectativas?

–La verdad es que hasta ahorita no lo hemos sentido. Es que tampoco nadie ha perdido su chamba, la inflación estuvo contenida, las empresas han seguido invirtiendo, se han seguido anunciando inversiones fuertes. Ahora, hay que ver qué carambas está pasando en el sur, en los estados petroleros. Yo creo que estamos viviendo una estructura de dos o tres Méxicos. Un México boyante, creciendo a 6 o 7 por ciento; otro México, en el centro, que crece a tasas menores pero sostenidas; y un México en los estados petroleros de Campeche, Tabasco, Veracruz decreciendo a tasas importantes de 3 o 4 por ciento, inclusive un estado menos 5 por ciento. Está Quintana Roo: estuve con un cliente que me platicaba de Cancún, que van por la cuarta terminal en el aeropuerto, con un dinamismo jijo de la matraca.

Héctor Grisi, presidente ejecutivo y director general de Santander México, durante la entrevista con La Jornada, en las oficinas del corporativo en Santa Fe, Ciudad de MéxicoFoto Cristina Rodríguez

Proyectos de infraestructura

–Santander ha estado muy activo en proyectos de infraestructura y entre ellos los relacionados con el sector energético. ¿Qué ha pasado con esos proyectos, dada la caída de los precios del petróleo?

–Dentro de la parte de energía hay segmentos muy dinámicos. Por ejemplo, toda la parte de generación de energía renovable o proyectos de cogeneración. Transportación de gas tiene también una dinámica importante, sigue la inversión. Eso es algo vital, porque en la medida que haya gas natural se desarrolla la industria. Ahora, en la parte petrolera, todavía hay proyectos que a estos niveles de precios pueden jalar y hay cosas que por supuesto tendrán que cancelarse o posponerse. Se está volviendo mucho más selectivo.

–¿Los proyectos de electricidad y gas compensarán los que se pospongan de hidrocarburos para mantener los montos esperados de inversión en el sector energético?

–Me encantaría decir que sí. No creo. ¿Cuánto va a invertir ahora Pemex con el recorte? De que nos va a pegar, nos va a pegar. Hay quienes dicen que son cien puntos base del PIB. Y también está toda la parte de proveedores de Pemex, que vamos a tener que apechugar un poco y darles un poco de plazo para que las cosas vayan saliendo.

–En el caso de Santander, y en general de la banca, el crecimiento de las distintas carteras de crédito ha sido parejo en los años recientes. ¿Habrá algún cambio con el nuevo entorno económico?

–Es difícil saberlo. La economía de repente tiene maneras muy simpáticas en la que se mueve. En teoría debería estarse manejando todo parejo, pero hay sectores que se van a desacelerar, que es normal. Y hay otros sectores que van a jalar de otra manera. Va a haber claroscuros y, como comentaba, tenemos que estar muy atentos y puntuales. Aparte, ir calibrando riesgos y ver qué cosas hacemos. Estamos siendo muy cautelosos en lo que estamos haciendo.

–¿Cree que puede haber un aumento de la cartera vencida?

–No lo estamos viendo. Hay que analizar por estados cómo vienen las cosas y qué viene pasando en los estados que están mucho más orientados a la parte del petróleo para ver qué pueda suceder. Estamos expectantes. Lo que diría es no estamos cerrando la llave para nada, pero estamos siendo mucho más cautelosos.

–¿Cómo ve el ambiente social y político para los próximos meses y si puede tener algún tipo de influencia en la actividad de la banca?

–Hay un índice que es muy claro, que es la confianza del consumidor. Y en México es bastante sensible. Cualquier cosa que sucede, el índice se mueve en ese sentido. La gente en México es bastante sofisticada en este punto de vista, es bastante sensible porque ya ha vivido varias. En el momento que siente que las cosas se mueven, deja de gastar, se cubre. La gente en México tiene una cultura financiera bastante más robusta de lo que se cree y se protege muy rápido. Por supuesto que si en la parte social la gente empieza a sentir cosas, se va a afectar y por otro lado si ve que las cosas están funcionando, va a mejorar. Los datos que tenemos de lo que viene en enero y febrero son bastante sólidos, quiere decir que la gente está tranquila con las cosas como las está viendo y está consumiendo.

–Aun cuando fueron dos meses con la depreciación del peso y el alza de tasas

–Sí. No sé si la gente decidió salir a gastar porque pensaba que los precios podrían subir por la devaluación. Pero no sólo gastaron en bienes duraderos. Los números de consumo vienen bien. Vimos que la gente está siendo mucho más prudente en la tarjeta de crédito pero está tomando créditos de consumo.