A finales de mes ocupará un nuevo espacio, informa su director a La Jornada
Miércoles 9 de marzo de 2016, p. 6
Oaxaca, Oax.
El Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, que surgió hace más de 40 años y ha preparado a decenas de artistas en varias disciplinas, no cerrará sus puertas, sino que será reubicado.
A finales de este mes ocupará un nuevo espacio, informa Moisés García Nava, su director.
Luego de más de 20 años de mantenerse en un inmueble rentado de la avenida Benito Juárez, en el centro de Oaxaca, se ven en la necesidad de mudarse.
García Nava explica a La Jornada que no es una decisión de él ni de la Secretaría de Cultura y Artes del gobierno local, sino que los dueños del espacio lo solicitaron con la finalidad de desarrollar un proyecto personal.
Refiere que a principios de año les informaron que requerían la casa, ya que les habían ofrecido un proyecto, dándoles hasta finales de marzo para desocuparla y así pudieran concluir el trimestre de los talleres que se imparten.
Por tanto, se comenzó la búsqueda de un nuevo espacio y en ningún momento se pensó cerrar el taller. Creo que todo fue un malentendido o quizá falta de información
, afirma Moisés García Nava.
Se han visitado, añade, más de 15 inmuebles. Sin embargo, todavía no se ha encontrado el lugar idóneo y eso se debe a que se requiere un espacio grande, pues como son varios los talleres que se imparten a jóvenes, el centro de la ciudad de Oaxaca ha sido descartado por las rentas elevadas, pues al mes se dispone de un presupuesto de 25 mil pesos; en dicha zona los espacios que se han encontrado y podrían funcionar la renta supera 50 mil pesos, por lo que se busca uno en la periferia.
Dos últimas exposiciones
El taller Rufino Tamayo continúa trabajando, pues el pasado jueves se inauguraron las dos últimas exposiciones: de José Cruz, Memoria y Post-Ayuuk de Octavio Aguilar.
Cuando ocurra el cambio de sede, podría estar cerrado el espacio algunos días en lo que se adapta el nuevo recinto, pero sólo eso, aclara su director.
El taller Tamayo abrió sus puertas en 1974 a instancias de los artistas Francisco Toledo y Roberto Donís, quienes recibieron apoyo de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y su escuela de Bellas Artes.
Rufino Tamayo se acercó en aquel y tras ver los trabajos de la primera generación apoyó una exposición en la Ciudad de México; Arte de Oaxaca fue montada en la galería Misrachi.