A modo de reflexión sobre su quehacer, el arquitecto Teodoro González de León expresó en la muy concurrida apertura de la exposición de 55 de sus maquetas en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico), en vísperas de su cumpleaños 90, a celebrarse el 28 de mayo: “Todos mis proyectos están pensados para encajar en la ciudad –es mi meta–, para que hermanen con el edificio, dialoguen con el entorno. Que el espacio público penetre mis edificios”.

Respecto de lo dicho por Ranulfo Romo, miembro como el expositor de El Colegio Nacional, sobre la gestación de una idea, González de León señaló que después de ver el lugar, de compenetrarse con todos los requerimientos, de repente en el fondo de mi cerebro surge una imagen tridimensional que pesco de inmediato y hago una pequeña nota. Es importantísimo tratar esa imagen, no dejar que se borre, hacer una maqueta, chica, en cartón, con las manos. Comenzar a jugar su tridimensionalidad y ver si responde a todas las pruebas. Así empieza un proceso de creaciones de prueba y error largo, penoso, hasta que se logra una maqueta que cumple con todo.

Ante los cientos de personas convocadas por el festival Mextrópoli 2016, que le brindaron un caluroso aplauso, el arquitecto indicó: No sé si la imaginación que he mencionado es un dote, pero sí sé que hay que seguirla educando. La imaginación tridimensional es lo que más debemos cuidar para un arquitecto.

Para Eduardo Vázquez, secretario de Cultura de la Ciudad de México, a veces se piensa que la arquitectura no tiene autor, que los habitantes de una ciudad la habitan, se identifican con ella, pero no siempre tenemos conciencia de quién la concibe. Hoy, aquí, me doy cuenta de que estaba equivocado y que por lo menos algunos arquitectos fundamentales son abrazados por los ciudadanos.

La muestra permanecerá hasta el 29 de mayo.