El Museo Nacional de San Carlos, cuya vocación consiste en custodiar piezas del siglo XV a principios del XX, aloja la muestra Tres arquetipos, tres naturalezas: la estética grecorromana de Bernard de Montfaucon.

En esta exposición se recontextualizan personajes mitológicos como Vesta, Proserpina y Leda, quienes ayudan a comprender la producción cultural de una comunidad íntimamente entrelazada por un complejo entramado de relaciones.

Con la curaduría de Marco Arce, la exhibición, que se abrió al público el pasado 25 de febrero y concluirá el 29 de mayo en la sala Manuel Tolsá, aborda las relaciones entre divinidad, humanidad y naturaleza.

Obras olvidadas en carpetas

En conferencia de prensa, el curador explicó que su proyecto se basa en imágenes grecorromanas extraídas de L’Antiquité expliqueé et représentée en figures, enciclopedia de 15 tomos publicada en París entre 1719 y 1733, del monje benedictino Bernard Montfaucon.

En el Museo Nacional de San Carlos se encuentran 72 láminas, y de éstas se seleccionaron tres arquetipos para montar la exposición.

“Son tres personajes: Perséfone, Vesta y Leda. Cada uno representa una parte de la cosmovisión grecorromana.

En Vesta vamos a entender la virginidad, el fuego, la pureza, lo circular y la divinidad como centro inamovible, mientras Perséfone será la comunicación con el inframundo, por eso la sala es negra y Leda es la comunicación entre la cultura y la naturaleza, indicó el artista, quien se ha especializado en el arte neoclásico y académico.

La exhibición toma como ejes a tres personajes femeninos grecorromanos para acercar al público al complejo sistema de signos y elementos que esa cultura utilizó con la finalidad de explicar el mundo que nos rodea.

“Es un privilegio –añadió Marco Arce– mostrar la pieza La princesa romana en traje de vestal, 1844, de Juan Cordero, y la escultura Leda, de autor desconocido, que por primera vez sale de la Academia de San Carlos para una exposición.”

En Tres arquetipos, tres naturalezas... también el curador recontextualiza el valor de los grabados que custodia el recinto museístico y que permanecían en el olvido en las carpetas.

Al respecto, Arce afirmó que con anterioridad se realizaron ejercicios con el arte neoclásico y académico en el país; sin embargo, curiosamente con la llegada del modernismo surgieron nuevos esquemas y toda esta parte académica del siglo XIX quedó embodegada y en ella había material poco conocido.

Muchos de los grabados llevaban cien años sin salir a la luz. Los de la Facultad de Arquitectura los fuimos a rescatar porque se encontraban arrumbados, y así hay muchos acervos que por no corresponder con las modas históricas se han relegado y en este caso los hemos recontextualizado con la vocación del museo y armando esta historia, detalló el curador.

Exposiciones transversales: Gaitán

Los grabados de Montfaucon, que estilísticamente resultan poco atractivos, son importantes porque representan el antecedente del dibujo arqueológico. Marco Arce comentó que Bernard ni los grabadores de la época vieron las piezas originales, pues siempre copiaron los libros que llegaban.

La directora del Museo Nacional de San Carlos, Carmen Gaitán, expresó que los grabados que custodia el recinto tienen que ver con los arquetipos académicos que inspiraron en el siglo XIX y también en el Renacimiento a que los artistas replicaran esas fórmulas por su perfección y belleza.

Compartió que este año se montarán exposiciones transversales con la finalidad de propiciar comunicación entre diversas instituciones culturales. La idea es que las muestras no sean monotemáticas y tengan vínculos con la música, el cine y la arqueología, con el objetivo de que no sea una sola visión.

Tres arquetipos, tres naturalezas: la estética grecorromana de Bernard de Montfaucon concluirá el 29 de mayo en el Museo Nacional de San Carlos (Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera).