Andrés Manuel López Obrador anunció este domingo en Soto La Marina, Tamaulipas, que una vez que el partido Morena triunfe en 2018, México buscará un acuerdo de cooperación para el desarrollo con el gobierno de Estados Unidos –incluso si el presidente de esa nación es Donald Trump, o quien esté–, porque no se quiere cooperación militar, ni armas ni muros entre los dos países.

El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal planteó que con dicho convenio se lograría que la producción mexicana de naranja se vendiera en Estados Unidos, crearían fuentes de trabajo y se podría serenar el país, pero hay que cambiar la política coercitiva que se aplica actualmente, ya que no resuelve nada sobre la inseguridad que se padece.

Sostuvo que los gobiernos son hipócritas y cínicos, porque piensan resolver la inseguridad y la violencia sólo con medidas coercitivas, mientras que lo necesario es cambiar la política económica e impulsar actividades productivas.

Asimismo, aseguró que quienes han sido gobernadores y quienes han tenido negocios con el gobierno son los más ladro-nes y los más ricos de Tamaulipas y de México, si bien hay que entender bien que el peor de los ladrones es el político corrupto, nada ha dañado a Tamaulipas, a México, como la corrupción y deshonestidad de los gobernantes.

En el municipio de Aldama, López Obrador recordó que el ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, ayudó al fraude electoral para imponer al panista Felipe Calderón en 2006, porque no quieren que haya un cambio. Recordó que la entonces dirigente magisterial Elba Esther Gordillo llamó a Hernández Flores para que apoyara a Calderón, y dos días después de la elección el entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Pedro Cerisola le habló al mandatario tamaulipeco para agradecerle a carcajadas el apoyo que ofreció al michoacano.

Por la tarde, Andrés Manuel López Obrador visitó los municipios tamaulipecos de Altamira y Ciudad Madero.