Justificados en la innovación y la creatividad, las grandes empresas de alimentos procesados hacen ajustes de precios pero a través de lanzar nuevas líneas de productos que colocan principalmente en las misceláneas y tiendas de abarrotes, donde se surte la mayoría de la población.

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comercios (Anpec), asegura que propiamente no ha habido aumento de precios en los alimentos y productos que vendemos en las tiendas de abarrotes, pero empresas como Bimbo o las refresqueras hacen presentaciones cada vez más pequeñas que proporcionalmente cuestan más caras que los tamaños tradicionales.

El Gansito y los Pingüinos Marinela, por ejemplo, cuestan ocho y nueve pesos en presentaciones de 50 y 80 gramos, respectivamente, pero ahora vienen en paquetes de 25 y 30 gramos marcados a cinco pesos, así que aunque la gente paga menos, proporcionalmente el producto es más caro por menos cantidad.

El dirigente advirtió que desde diciembre, mes en el que tradicionalmente las ventas repuntan, el sector comenzó a registrar caídas en sus ventas. Señaló que aunque las cifras oficiales indican que el consumo interno y el comercio al menudeo registraron números positivos en 2015, tales cifras no revelan los cambios que se están dando en los hábitos de compra de los mexicanos por el bajo poder adquisitivo.

Las autoridades han reconocido que el mercado interno impulsó el crecimiento de la economía y compensó la caída de divisas petroleras. El comercio minorista ha hecho una gran contribución al respecto pero con el modelo económico actual se le sigue castigando y se generan más pobres, así que no se les vaya a ocurrir imponer nuevos impuestos al consumo el año que entra, dijo.

A su vez, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey advirtió que el comercio, considerado uno de los principales motores de la economía durante 2015, moderó su ritmo de crecimiento desde hace unos meses y en diciembre de plano se ubicó en un terreno negativo, por lo que es de prever que en este año también tenga menores resultados.

Si bien el sector terciario, compuesto por el comercio y los servicios, impulsaron en gran medida el producto interno bruto (PIB) de 2.5 por ciento que alcanzó en 2015, los resultados de diciembre dan señales de que el desempeño del comercio comienza a perder vigor, ya que al ser comparados con los resultados de noviembre el comercio mayorista cayó 1.5 y al por menor retrocedió 1.6 por ciento, detalló el CIEN.

Las cadenas de autoservicio y las tiendas departamentales han ponderado que aumentaron sus ventas durante noviembre con la campaña El Buen Fin, y en diciembre por la Navidad, pero se desestima que no se debe propiamente a que el dinero esté fluyendo, sino que son compras a crédito y a plazos que falsamente se anuncian sin intereses, comentó Cuauhtémoc Rivera.

En la clientela de los pequeños negocios se ha sacrificado la calidad y cantidad de la mayoría de los productos. Rivera refirió que si bien refrescos y alimentos con alto contenido calórico, que forman parte de los productos estrella o gancho de las tiendas de abarrotes, registraron una baja en las ventas cuando entró en vigor la reforma fiscal en 2014, al paso del tiempo recuperaron presencia en los consumidores, impulsada también por nuevas y reducidas presentaciones que las grandes empresas les hacen pensar que son más baratos.

Según la ANPEC, las misceláneas y tiendas de abarrotes venden siete de cada 10 productos que están gravados con el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), es decir refrescos, pastelitos, dulces, gelatinas, chocolates u otros alimentos con alto contenido calórico así como cigarros y cervezas.

Sin embargo, dado que los ingresos económicos de la gente son bajos o siguen estancados, tienen que sacrificar la compra de otros productos y los más afectados han sido los productos para la higiene personal y para la limpieza del hogar. Muchas marcas fueron desplazadas por la venta a granel de diversos productos, afirmó el dirigente de la Anpec.