El déficit en la balanza comercial registrado en enero de este año, por 3 mil 441 millones de dólares, apunta a la existencia de señales negativas para la actividad productiva porque persiste la desaceleración de exportaciones, así como una caída en las compras foráneas asociadas a una menor actividad en el mercado interno, advirtió el Grupo Financiero Citi-Banamex.

Este desequilibrio observado en el primer mes del año fue superior al monto estimado por los analistas financieros, quienes esperaban un déficit comercial de 3 mil 247 millones de dólares y fue superior al registrado en enero de 2015, cuando llegó a 3 mil 262 millones de dólares.

De esta manera, los especialistas confirmaron que 2016 comienza con una desaceleración de los flujos de comercio exterior.

A su vez, los expertos del Grupo Financiero Banorte-Ixe señalaron que de mantenerse esta tendencia es probable que el gasto de los hogares mexicanos se vea limitado ante el incremento en los precios de los productos importados a raíz de la depreciación de la divisa mexicana.

Por otra parte, las importaciones de bienes de capital suman dos meses consecutivos a la baja, lo cual implica que la inversión fija bruta también se verá limitada durante el primer trimestre del año.

Debilidad en la manufactura en EU

Los especialistas de Citi-Banamex explicaron que se presenta una desaceleración de las exportaciones medida en dólares nominales, que en enero registraron otra drástica reducción de 7.6 por ciento anual, impulsada tanto por la menor exportación de petróleo y derivados, como por la reducción de las exportaciones manufactureras.

La caída de 3.9 por ciento anual y en términos nominales de estas últimas contrastó con la expectativa de los especialistas de Citi-Banamex de un incremento de 3.2 por ciento. En la misma línea, las importaciones se redujeron respecto de enero del año anterior -6.2 por ciento, caída mucho más acentuada que el pronóstico de -1.2 por ciento.

Señalaron que uno de los factores es que el mercado manufacturero de Estados Unidos –principal destino de exportación para los productos mexicanos– sigue mostrando debilidad.

Por ello, los envíos mexicanos en enero se redujeron uno por ciento anual en términos reales (-3.9 por ciento nominal), mientras la producción manufacturera de Estados Unidos se incrementó 1.2 por ciento anual en términos reales.

Si bien ambas variables mostraron mejor desempeño respecto del mes anterior, ello no anula su tendencia descendente. Asimismo, la caída en enero de las exportaciones no petroleras también se ve impulsada por el mal desempeño hacia destinos distintos de Estados Unidos.

Adicionalmente, las exportaciones petroleras también acentuaron su deterioro. En enero se ubicaron en mil 60 millones de dólares, que implica una caída anual de 51 por ciento, al ser comparadas con enero de 2015. Esta caída se debe a la reducción respecto al año anterior tanto del precio como del volumen exportado.

A su vez, la actividad importadora tuvo una caída en enero y esta reducción de las compras foráneas respecto del año anterior fue generalizada en el primer mes del año. Se redujeron las compras foráneas de bienes de consumo, intermedios y de capital. La reducción de las compras asociadas al petróleo, particularmente la gasolina, también influyó en la caída nominal de las importaciones.

Durante enero se registró un deterioro moderado de la balanza comercial originado tanto por la balanza petrolera como la no petrolera. Medida con los criterios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (que abarca no sólo las transacciones del sector petrolero), en enero pasado la balanza petrolera alcanzó un déficit de mil 56 millones de dólares.

Por su parte, la balanza no petrolera registró un déficit de 2 mil 385 millones de dólares. Así, sumados ambos conceptos, la balanza comercial total alcanzó un déficit de 3 mil 441 millones de dólares, 179 millones por arriba del registrado en el mismo periodo del 2015.