Madrid.

Iñaki Urdangarin, el cuñado del rey Felipe VI y uno de los dos principales acusados en un caso de corrupción político-empresarial, compareció este viernes ante el tribunal y negó haber cobrado comisiones por actividades que realizaba en sus empresas, en las que, admitió, había empleados que no conocía, pero se declaró inocente de los cargos que se le imputan.

El esposo de Cristina de Borbón, también acusada en la causa, podría ser condenado a una pena de hasta 19 años y medio de cárcel por haberse apropiado de seis millones 200 mil euros de fondos públicos y haber incurrido en los delitos de prevaricación, malversación, fraude, estafa, blanqueo, tráfico de influencias, falsedad documental y delito fiscal.

Urdangarin defendió en todo momento su actuación al frente del llamado Instituto Nóos, una supuesta sociedad sin fines de lucro desde la que se habría perpetrado la malversación de fondos.

Además, a lo largo de la primera parte de su declaración desvinculó a su esposa, quien –sostuvo– no estaba al corriente de la contabilidad diaria de las empresas ni de los numerosos contratos con las administraciones públicas que les contrataron por su condición de formar parte de la familia real.

Conglomerado empresarial

El acusado respondió a las preguntas del fiscal Pedro Horrach, quien sobre todo se interesó en la forma en que funcionaba el conglomerado empresarial creado por él y por su socio y coacusado Diego Torres, quien en las jornadas previas responsabilizó a un alto funcionario de la casa real de la contabilidad de la empresa, además de apuntar al propio rey emérito de España, Juan Carlos, como uno de los padrinos de los contratos públicos presuntamente delictivos.

A las preguntas del fiscal, Urdangarin llegó a responder en forma reiterada con un no lo recuerdo bien, no lo sé, no tengo ni idea y no sabía, pero reconoció que entre los trabajadores que figuraban en su empresa se encontraban algunos empleados del hogar y que lo hicieron así con el único propósito de conseguir beneficios fiscales, aunque en ningún caso realizaron labores para la red empresarial.

Yo me dedicaba a lo que me dedicaba, tenía a unos asesores con estos temas, de algunos empleados no sabía ni que estaban con nosotros. Pero yo nunca he sido ningún comisionista de nada, absolutamente no, dijo Urdangarin. Su declaración se retomará el próximo lunes y, como este viernes, la seguirá desde el banquillo de los acusados su esposa y hermana del rey, Cristina.